Sabadell exige a Maragall que el futuro IV cinturón llegue a la ciudad
La Cámara de Comercio cree "inadmisible" que la B-40 se quede en Terrassa
Se ha destapado la caja de los truenos. El anuncio del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, de que el futuro IV cinturón llegará sólo a Terrassa y no a la vecina y tradicional rival Sabadell ha provocado la reacción inmediata de la sociedad civil y política de esta última ciudad. Manuel Bustos, alcalde socialista de Sabadell, ha enviado una carta a Maragall en la que califica de "injustificable" la decisión de que el futuro cinturón no se prolongue hasta Sabadell. La Cámara de Comercio de esta ciudad va más allá y juzga el proyecto "incomprensible e inaceptable".
En su misiva, Manuel Bustos argumenta al presidente de la Generalitat que no hay explicación para que el IV cinturón, también denominado B-40, llegue a Terrassa y no tenga una conexión directa con Sabadell. El alcalde destaca: "En el caso de que esta vía llegue hasta Terrassa, sería para mí injustificable que Sabadell no pueda tener un acceso directo. No estoy diciendo que esté a favor o en contra del IV cinturón. Estoy diciendo que si llega a Terrassa no entiendo que no podamos tener acceso directo". Bustos continúa preguntándose: "Quién explicará y cómo lo explicará que a un kilómetro y 400 metros aproximadamente hay una gran comunicación con el Baix Llobregat y nosotros, para comunicarnos, tengamos que ir por la Rambla de Terrassa y colapsarla".
El alcalde sabadellense considera muy positivo que se mejoren las infraestructuras viarias y ferroviarias -Maragall precisó que allí donde no llegara el IV cinturón llegarían el metro regional y los ferrocarriles-, pero cree que hay que reflexionar sobre la importancia de conectar Sabadell con el IV cinturón si esta autovía orbital llega a Terrassa.
Bustos también recuerda que "en el acuerdo del Gobierno tripartito se decía que esta autovía se haría hasta el Vallès Occidental y, hasta ahora, Sabadell, Castellar o Sentmenat forman parte del Vallés Occidental".
"Espero que el Gobierno de Cataluña reflexione sobre esta posición política expresada por el presidente. Alguien tendrá que explicar que una infraestructura viaria no llegue a Sabadell, con los problemas de colapso circulatorio que sufren todas nuestras infraestructuras viarias", puntualiza el alcalde.
Por su parte, la Cámara de Comercio de Sabadell considera que "resulta del todo inaceptable esta decisión, cuando más del 70% de los diputados del Parlamento catalán pertenecen a formaciones políticas que incluían en sus programas electorales la realización de este proyecto".
La cámara agrega que tanto el PSC como CiU y el PP incluían el proyecto de la vía orbital de Barcelona B-40 en sus programas para las pasadas elecciones autonómicas, y sólo se oponían al mismo ICV-EUiA y ERC.
La Cámara de Comercio de Sabadell envió ayer una carta al consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, y a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, en la que se expresa su disconformidad con esta decisión y su preocupación por los efectos que implica para el desarrollo económico y la ordenación territorial no sólo de las comarcas afectadas, sino del conjunto de Cataluña.
Los ecologistas de la Campaña contra el IV cinturón destacan que el anuncio de Maragall de que no se construirá el tramo entre Terrassa y Granollers de la B-40 deslegitima "técnicamente" los argumentos defendidos por los promotores del proyecto. Los miembros de esta plataforma consideran, además, que la ejecución sólo de un tramo del IV cinturón "vulneraría el mínimo sentido común", por lo que solicitan que se retire todo el proyecto
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.