Alonso arguye que Gallizo necesita "gente de confianza" para las cárceles

La destitución de 22 de los 66 directores de prisiones competencia del Ministerio del Interior y el cambio de destino de 10 responde a la necesidad de la directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, de contar con "gente de su confianza", arguyó ayer el ministro, José Antonio Alonso. Por contra, el PP considera que los relevos obedecen a una "purga política" y pide la destitución de la responsable de prisiones por la "insostenible situación" en las cárceles desde que se hizo cargo del departamento hace seis meses.

Gallizo formalizó el martes el relevo de los directores de 32 de las 66 prisiones. Ya había cambiado al responsable de Alcalá-Meco en agosto por trato de favor al ex banquero Mario Conde. Y queda pendiente el cambio de director de la cárcel de Burgos, que se comunicará en los próximos días, con lo que el número de directores sustituidos se eleva a 33 desde que llegó al cargo. Entre los nuevos responsables figuran ocho mujeres.

Entre las sustituciones anunciadas se deslizaron algunos errores que ayer subsanó la Dirección de Instituciones Penitenciarias en un comunicado. En Galicia el cambio afecta al director de Lugo-Monterroso y no al de Lugo-Bonxe. El responsable será Víctor Fraga Galloso, hasta ahora subdirector de tratamiento de Bonxe, a cuyo frente continúa Modesto Gutiérrez.

Además se sustituye al jefe del centro penitenciario de Arrecife (Lanzarote). Su directora sea Gloria Llorente, directora de programas en A Lama (Pontevedra).

Todos estos cambios fueron ayer avalados por el ministro Alonso, quien en rueda de prensa explicó que responden "a una obviedad lógica: la política penitenciaria la hace la Dirección de Instituciones Penitenciarias y necesita gente de su confianza política para hacer esa política". Fuentes de ese departamento alegaron que Gallizo pretende dar un enfoque distinto al del PP y centrar sus esfuerzos en la reinserción de las personas privadas de libertad.

Alonso añadió que "en general" está satisfecho del comportamiento de los directores destituidos y que su cese no quiere decir que "lo hayan hecho mal".

Pero estas explicaciones no satisfacen al PP, que, por boca de su portavoz de Interior, Ignacio Astarloa, calificó los relevos de "purga política" y "depuración". Astarloa pidió el cese de Gallizo al entender que su departamento pasa por una "insostenible situación" desde que tomó posesión. El ex secretario de Estado abogó por "extremar la sensibilidad" de los políticos respecto de los responsables de prisiones por el "servicio extraordinario" que prestan y lo "ingrato" de su labor.

Después de Astarloa compareció en rueda de prensa para responderle el portavoz de Interior del PSOE en el Congreso, Ángel Martínez Sanjuán, quien reconoció que las cárceles sufren "inseguridad, alarma social y caos" pero achacó estas lacras a la "herencia" del Gobierno del PP. Recordó que en los últimos cuatro años la población reclusa ha pasado de unas 45.000 personas a más de 59.000 sin que se construyesen nuevos centros. Sobre los relevos de directores de prisiones, el diputado negó que se deban a "amiguismo" y agregó que algunos de los destituidos habían sido calificados por los sindicatos de despóticos y autoritarios.

Fuentes de Interior afirmaron ayer que el PP cambió a 60 directores en sus ocho años de gobierno y que algunos de los nombrados eran miembros del partido.