Serrano Cueto repasa la vida de Vincent Price, un 'malo' del cine

Su nombre dirá poco a los espectadores menos entusiastas, pero los fanáticos del cine de terror lo tienen en un pedestal. Vincent Price (1911-1993) fue un actor legendario que dio vida a cientos de personajes, por lo general trastornados y maquiavélicos, y reinó durante décadas en el mundillo de la serie B. El escritor gaditano y estudioso del cine José Manuel Serrano Cueto acaba de publicar un completo repaso de su vida y filmografía en Vincent Price, el terror a cara descubierta (Editorial T&B), en el que rinde homenaje a un galán heterodoxo y un hombre culto, afable y refinado.

Según Serrano Cueto, "hace años vio la luz en España un libro sobre Price, hoy descatalogado e inencontrable". "Trabajé principalmente sobre el testimonio de primera mano de su hija, Victoria Price, así como otros libros en inglés dedicados a él. El rastreo de su filmografía fue más arduo, pues hay muchos títulos suyos que ni siquiera fueron estrenados en España. Por suerte, los hados se conjuraron durante el proceso de escritura para propiciar que en varios canales temáticos de televisión y en la Filmoteca de Madrid pusieran algunos de ellos, al tiempo que se editaban en DVD otros como la saga del Doctor Phibes", asegura el estudioso del cine.

Ductilidad

La ductilidad de Vincent Price le permitió trabajar en títulos tan dispares como Los crímenes del museo de cera, Los tres mosqueteros, La caída de la casa Usher, Los diez mandamientos o Eduardo Manostijeras, así como prestar su voz a piezas tan célebres e inquietantes como el Thriller de Michael Jackson. Desempeñó su trabajo bajo las órdenes de Mankiewicz, Michel Curtiz, Fritz Lang, Cecil B. De Mille y Otto Preminger, pero alcanzó la gloria entre las tinieblas de Roger Corman.

"He querido escribir un libro de admirador, pero no exaltado. En él hablo a menudo de la mediocridad de sus películas, pero si él no hubiera actuado en ellas estarían aún más relegadas al olvido", asegura Serrano Cueto. "Es también un acto de justicia, pues Price nunca tuvo la consideración de un Bela Lugosi, Boris Karloff o Christopher Lee, aunque fue un rey de la serie B y consiguió que ese tipo de cine tuviera un enorme éxito. Cuando se cumplieron 10 años de su muerte, nadie quiso recordarlo", añade el escritor gaditano.

Cuando ultimaba los detalles de este ensayo, el actor Pablo Carbonell lanzó una elocuente advertencia a Serrano Cueto: "ten cuidado con lo que escribes en ese libro, porque Vincent Price es mi padre".