Nueve mayores permanecen graves por la intoxicación en Palencia

Tres de los nueve mayores intoxicados el pasado fin de semana en la residencia de Paredes de Nava, 20 kilómetros de Palencia, se encontraban ayer en estado muy grave, y los seis restantes, en estado grave. Desde el ingreso en dos hospitales de Palencia de 13 personas mayores el pasado sábado han muerto cuatro y continúan sin esclarecerse las causas de la intoxicación. El Ayuntamiento de Paredes de Nava ha decretado tres días de luto oficial.

El jefe de Sanidad de la Junta de Castilla y León en Palencia, Isidro Burón, sugirió ayer que el cuadro que presentaban los afectados hace sospechar que se trata de un "brote bacteriano por salmonella", como "consecuencia de una toxiinfección alimentaria", agravada por la "avanzada edad y la pluripatología" de los afectados.

Los hechos ocurrieron durante la tarde del pasado sábado, cuando algunos de los residentes en el citado centro geriátrico empezaron a tener vómitos, diarrea y fiebre alta, poco después de haber comido el menú correspondiente a esa jornada y formado por lentejas o alubias y pollo.

Los facultativos que estaban de guardia esa tarde en el pueblo decidieron evacuar a 13 personas a los dos hospitales públicos de Palencia, donde fallecieron cuatro y ayer permanecían ingresados tres de ellos en estado muy grave, y los seis restantes, graves.

El juzgado de instrucción ha ordenado la autopsia de todos los fallecidos (Natividad C. G., de 93 años; Mario A. V., de 90; Florencio R. H., de 92, y Silvano S. R., de 72), que serán enterrados hoy.

Separación preventiva

En un intento de limitar en lo posible las consecuencias de este aparente brote bacteriano, los responsables sanitarios de la Junta de Castilla y León ordenaron la separación preventiva de los dos trabajadores que habían manipulado en la cocina los alimentos que se sirvieron a los 46 residentes, por si pudiera haber sido alguno de ellos el transmisor de la intoxicación.

La residencia, que funciona desde hace 16 años, está dirigida por un patronato del que forman parte el Ayuntamiento de Paredes de Nava y el obispado, y hasta hace un año era gestionada por las Hijas de la Caridad de San Vicente Paúl.

Aunque hay muchas personas dispuestas a contar su experiencia en esta residencia, ayer se escucharon algunas voces críticas con la gestión del centro. La más llamativa fue la de un residente de 68 años, Antonio García, que en unas declaraciones recogidas por la cadena SER relató un hecho que se produjo "hace cosa de 15 o 20 días, dieron unos sobaos para desayunar caducados desde hacía más de un mes". Antonio García asegura que él mismo habló con la dirección para plantear su queja por este asunto, aunque no llegó a presentar ninguna reclamación por escrito.