Barreras
De vuelta con las barreras arquitectónicas, la autonomía y la seguridad de los discapacitados, en su devenir por la ciudad. A estas alturas, resulta reiterado e indignante tener que seguir hablando de la falta de justicia social que se emplea con los discapacitados en esta ciudad. Sevilla, entre obras del metro, falta de planificación urbanística e indiferencia de las autoridades, sigue siendo una ciudad muy inaccesible a la hora de desplazarse en sillas de ruedas. Los dos últimos hechos bochornosos los tenemos, el primero, en las vallas que se han colocado en La Campana, una de las cuales ha tapado la única rebajadera que hay en la acera, dejando a las personas que van en sillas de ruedas en la más absoluta indefensión a la hora de cruzar el semáforo de la esquina de La Campana, teniendo que circular entre autobuses, coches y motos; el segundo lo encontramos en la plaza Nueva, donde se han colocado nuevas marquesinas de las paradas de autobuses, a la vez se han dejado unos bordillos muy altos, por los que resulta imposible acceder a dichas paradas. Los dos ejemplos señalados se encuentran en lugares muy céntricos. Mientras se sigue hablando de Europa, de ordenanzas municipales sobre accesibilidad, planes sobre lo mismo y otras actuaciones que nunca llegarán, nosotros seguimos "esperando a Godot" en una ciudad que nos excluye.
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