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Seis videoartistas proponen en 'Glocal' apuntes sobre la globalización y las culturas locales

Creadores de Euskadi, Cataluña y de otros países contrastan sus obras en Pamplona

La galería Moisés Pérez de Albéniz abre la temporada transformando su espacio en una compleja sala de videocreación que reflexiona sobre la interacción entre el mundo globalizado y las influencias locales. Concebida específicamente para la galería de Pamplona, la exposición Glocal exhibe trabajos de consagrados y de innovadores artistas vascos. La sala aglutina expresiones culturales arraigadas en puntos geográficos limitados y distantes (Irlanda del Norte, Taiwán, Hawai, Boston o Japón), provocando un encuentro entre el vehículo universal de la comunicación y su realidad geográfica.

Creadores de videoarte como Antoni Muntadas o el irlandés Willie Doherty junto a innovadoras propuestas de artistas vascos como la performance de Ibon Aramberri en torno a la cueva prehistórica de Iritegi, en Oñati; el experimento asiático de Iñaki Garmendia y el trabajo de Inazio Escudero. La videonovela sobre la guerra del coreano afincado en Ámsterdam Sung Hwan Kim completa la escenografía intimista en la que Moisés Pérez de Albéniz acoge los apuntes de estos seis videocreadores.

El trabajo On View, de Muntadas, pertenece a la serie On Translation, abierta desde 1995 para abordar el problema de la transición y metamorfosis permanente de valores e ideas. La galería pamplonesa se ha convertido en una ambigua sala de espera, con sillones incluidos, ante la cual se despliega la proyección en vídeo de un espacio público (¿un aeropuerto?, ¿un museo?) en el que permanecen o por el que transitan diversas personas. El espectador es obligado a participar en el reto de la interpretación de lo que ve. Ver, mirar y esperar como parte de los rituales contemporáneos.

Trastorno natural

La propuesta de Ibon Aramberri, el apunte de otra performance, recoge imágenes del proceso de transformación de la cueva prehistórica de Iritegi, en Oñati. Con el propósito de crear un trastorno en la naturaleza, el artista vasco introduce la tecnología en el entorno primario, conectando con los arquetipos imaginarios de la cultura local, una tradición romántica donde la prehistoria es el gran mito originario y el territorio, el elemento que define la identidad colectiva.

Inquietante es la proyección Non-specific threat 2004, del irlandés Doherty, que persiste en el objeto de caracterizar a la persona o personas que subyacen tras la amenaza violenta o terrorista. Para escudriñar la cara del mal, Doherty rodea con la cámara el torso inmóvil de un desconocido, iluminado dentro de un almacén, para verlo desde todos los ángulos. Una profunda voz desgrana en un ominoso monólogo diversas amenazas, en un intento de describir la naturaleza de su relación con el espectador.

Iñaki Garmendia, artista residente en Nueva York, sometió a cinco jóvenes taiwaneses a sesiones de trabajo para que interpretasen temas de rock radikal vasco de los grupos Kortatu y Zarama. La cultura musical de la Euskadi postindustrial de finales de los ochenta es trasladada en una nueva performance a la Taiwán actual.

El sorprendente y musical resultado puede ser visto y escuchado por el espectador a través una audición individual o colectiva. Sung Hwan Kim presenta Her en la sala pamplonesa, una video-composición en la que se relacionan un coreano y una estadounidense bajo estrés pretraumático ante una guerra que aún no ha tenido lugar. La historia adquiere la forma de dos casting simultáneos en los que los protagonistas, actores, narradores, cámaras, entrevistadores y editores desdibujan las fronteras de la ficción y la realidad visitando Seúl, Hawai y Boston, en una mutiplicidad de identidades para entender el sentido de dos vocablos dispares: guerra y amor.

Inazio Escudero plantea, por último, una pieza inconclusa sobre la imagen de la pubertad y el paso del tiempo. La muestra permanecerá abierta al público hasta mediados del mes de noviembre.

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