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Aguirre modifica el trazado del tren ligero tras las alegaciones de Gallardón

El tren se desviará para evitar las 12 hectáreas de parques que se iban a perder

Mábel Galaz

El Gobierno de Esperanza Aguirre va a modificar el trazado del tren ligero que discurrirá por Sanchinarro tras atender las alegaciones presentadas el pasado día 3 de agosto por el Ayuntamiento de Madrid. Según el informe técnico aportado por la Concejalía de Medio Ambiente, el recorrido de esta nueva línea de transporte iba a destruir de manera permanente 12 hectáreas de zonas verdes y a provocar importantes emisiones acústicas que afectarían a los vecinos de las casas limítrofes situadas a sólo 15 metros. Además, las autoridades municipales consideraban que, de ir en superficie, el trazado vulneraría el Plan General de Urbanismo. La nueva línea planeada por el Gobierno autonómico que preside Esperanza Aguirre discurre tres kilómetros bajo tierra y otros dos en superficie por el término municipal de Madrid. Este trazado, según fuentes del Ayuntamiento, produce "aspectos negativos" en la ciudad.

La respuesta de la Consejería de Transportes ha sido concluyente: se modificará el trazado. Según se recoge en un informe fechado el 31 de agosto, el tren evitará su paso por estas zonas verdes trasladándose en una gran parte a viario público. "Se sortearán entre 600 y 700 metros de zonas verdes para no provocar ningún perjuicio a estos espacios", explica Francisco Granados, consejero de Infraestructuras y Transportes.

La consejería, además, va a distanciar el paso del tren de las casas. En el proyecto original los convoyes iban a 15 metros de algunos edificios y ahora pasarán a no menos de 46 metros. Pero no enterrará más metros de tren.

El Ayuntamiento de Madrid tiene, sin embargo, serias dudas sobre este nuevo sistema de transportes para la ciudad, ya que el trazado en superficie supone la creación de una barrera adicional, que se acentúa en las zonas donde la línea férrea pasa de ser subterránea para aflorar a la superficie y viceversa. "Este modelo es contrario al modelo de ciudad integradora que propugnamos. No parece adecuado que en los nuevos desarrollos del norte de Madrid, con un diseño moderno, se implante una infraestructura que condiciona la permeabilidad de los barrios", ha explicado un portavoz municipal. El trazado mixto supone la existencia de continuos cambios de rasante con pendientes no deseables para la explotación y conservación del material móvil, además de afectar a la comodidad y seguridad de los viajeros".Francisco Granados, consejero de Infraestructuras y Transportes, ha anunciado que si el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, no quiere el tren ligero en Sanchinarro no lo pondrá. "Pero que lo diga", advirtió ayer el consejero. "Queremos encontrar una solución que satisfaga a todos y si no quieren el tren no lo ponemos".

La semana pasada, Granados habló con Pilar Martínez, concejal de Urbanismo, y con Jesús Sepúl-veda, alcalde de Pozuelo (PP), los dos ediles que se han mostrado críticos con la implantación de este transporte en superficie, en un intento de limar asperezas. "Si no tengo noticias del Ayuntamiento de Madrid, en 15 días licitamos las obras y a finales de noviembre comienzan", explicó Granados.

La versión que ofrece el Ayuntamiento es que este proyecto ofrece muchas "dificultades". "En el escrito que enviamos a la Comunidad, advertíamos de las zonas verdes que se iban a perder y, lo que es igual de grave, los problemas acústicos que va a generar su paso por la ciudad", explica Ignacio López-Galiacho, consejero delegado de la Concejalía de Medio Ambiente. "Es necesario hacer un estudio acústico riguroso", añade.

Sin embargo, el consejero de Transportes replica que está convencido de que su tren ligero no tiene impacto acústico para los vecinos. "Es un tipo de tren muy silencioso, como hemos podido comprobar hace unos meses en Francia", agrega. Y añade que este modelo de transporte se está poniendo en muchas ciudades europeas como Lyón, Montpellier, Estocolmo y Oporto.

Sin embargo, el equipo del alcalde Ruiz-Gallardón considera que el tren ligero -una especie de metro, pero menos pesado- ocasionará molestias de ruido a un importante grupo de vecinos del nuevo barrio de Sanchinarro. Inicialmente iba a discurrir a sólo unos 15 metros de distancia de las viviendas en la práctica totalidad del trazado en superficie, pero ahora, tras las alegaciones del Ayuntamiento, Granados anuncia que los convoyes pasarán a no menos de 46 metros.

No habrá más subterráneo

A lo que no accede la Comunidad es a enterrar los dos kilómetros de recorrido que solicitaba el Ayuntamiento. El equipo de Ruiz-Gallardón considera que el soterramiento de los dos kilómetros que son objeto de la disputa tendría "un coste adicional" perfectamente asumible para la Comunidad. "No es una cuestión de dinero. El proyecto es así", concluyó Granados.

Otra de las consideraciones municipales sostiene que el sistema de tren ligero implanta un modo de transporte distinto de la red de metro, lo que dificulta las conexiones entre ambos sistemas de transporte y obliga a los pasajeros a realizar transbordos más complejos.

El tren ligero que discurrirá por Sanchinarro supone poner en esta parte de la capital "un sistema de transporte limitado en su capacidad de adaptación a futuros crecimientos" urbanísticos y de población. Fuentes del Ayuntamiento señalan, por contra, que en la actualidad están siendo ampliadas las capacidades de las líneas 1 y 3 de metro, gracias a que este tipo de infraestructuras así lo permite.

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Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

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