Selección de sensaciones

La temporada otoño-invierno del Artium va a estar dedicada por completo a revisar su colección permanente, con motivo de la inmediata publicación del catálogo razonado del museo. Todas las salas del centro de arte se dedicarán a revisar desde distintos enfoques las más de 2.000 obras propiedad del Artium. Como aperitivo, hoy se inaugura Intrasentidos, un acercamiento a la concepción de la belleza en el arte contemporáneo, a las impresiones que recibe el ser humano tras la contemplación de una obra artística, tanto desde la percepción sensorial, como desde la experiencia interior.

Los diferentes temas abordados en la exposición permiten la combinación en la misma muestra de obras pertenecientes a géneros, técnicas, tendencias y épocas muy diferentes. En ese sentido, la figuración convive con la abstracción, las instalaciones de vídeo con la pintura y nombres que pertenecen ya a la historia del arte en España con jóvenes creadores cuyas trayectorias tienen aún un largo recorrido.

Son 25 obras, la mayor parte poco conocidas, algunas de ellas casi olvidadas (como Manzanas, de Cristóbal Toral), que se exhiben divididas en cinco grandes grupos más un prólogo que sitúa al espectador ante lo que viene. Este prefacio se titula Los cuatro elementos y recoge las sensaciones relacionadas con el fuego, el aire, el agua y la tierra a partir de cuatro esculturas-instalaciones de Eugenio Ampudia, Montserrat Soto, José Luis Vicario y Francisco Ruiz de Infante.

Después de rebasar una cortina blanca se accede a una sala amplia dedicada a La calma del color y a El paisaje. Aquí, el espíritu, sobrecogido por las sensaciones telúricas de la introducción, se remansa ante obras de Soledad Sevilla, Amable Arias, Iñaki Cerrajería, Equipo 57 o Luis Feito. Después de la sensación de calma que ofrece este espacio que recupera, desde perspectivas abstractas, algunos de los reclamos de la pintura clásica, se pasa a otra sala más dedicada a las reflexiones interiores.

En tres ámbitos bien diferenciados, El paso del tiempo, El momento infinito y La mirada, se presentan obras que son fruto de la reflexión sobre la condición humana. La expresión artística actual de ese pensamiento clásico que es el de la fugacidad de la vida queda bien reflejada en la inquietante fotografía de Canogar titulada Wamba que reproduce cráneos humanos. Y en cuanto a esa otra intención del creador que es la plasmación del momento eterno, qué mejor que la instalación de Ruiz de Infante que presenta una mesa preparada para la cena inmersa en una piscina de agua.

La exposición se cierra en una pequeña sala de consulta y lectura donde el visitante puede revisar sendas recopilaciones de textos sobre éstetica y de aforismos sobre la belleza. Es un rincón íntimo, aunque presidido por la inquietante obra de Canogar, Mirada, buen resumen de todo lo que rodea esta selección de los fondos del Artium.