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Reportaje:

Paradojas de un letrado

Un abogado acusa y defiende a un cliente en una mañana y ante la misma sala

Aunque el de la personalidad múltiple es el letrado, el enfermo mental es el acusado. El mismo abogado que a las 10.00 vio como el hombre al que acusó de haber intentado quemar su despacho el pasado año se sentaba a escuchar una petición de internamiento por pirómano se ponía la toga para defenderlo pasadas las 11.00 y pactaba una pena por tráfico de estupefacientes. Se parecen porque son los mismos pero en papeles distintos.

Nada, excepto la coincidencia en las fechas señaladas para la celebración de los juicios, hubiera evidenciado la doble condición de un letrado respecto de su cliente. Bosubobe Cupe Bokoko hizo ayer en la Audiencia de Valencia de acusación y defensa de la misma persona, Forday Sankoh.

Acusó a su cliente por intentar quemarle el despacho y lo defendió por tráfico de drogas

El tribunal de las sección tercera de la Audiencia se constituyó en hora y poco después de las 10.00 el agente citaba a las partes. Una de ellas, Forday Sankoh, había llegado en el furgón de la Guardia Civil. Desde el pasado año está en prisión preventiva. Llegó hace varios años desde Sierra Leona y casi desde el principio tuvo encuentros varios con la Justicia.

A las 15.10 del seis de octubre de 2003, Forday Sankoh se personó en el despacho de su abogado. Bosubobe Cupe Bokoko, en la avenida de Peris y Valero de Valencia. Él letrado se encontraba reunido con otras tres personas. De pronto, según consta en la calificación del fiscal, Forday Sankoh flanqueó la puerta y empezó a insultar al abogado. Los improperios pretendían forzar la devolución por parte del letrado de un dinero que Forday Sankoh le había dado. Y entre gritos le amenazó con prender fuego a la estancia mientras vertía una botella con gasolina. Dicho y hecho, como no conseguía su propósito, encendió el mechero y lo tiró. Pero todos los que estaban en el despacho se abalanzaron sobre él e impidieron la tragedia. Pocos minutos después llegó la policía. El abogado denunció al que fuera su cliente. Ayer, en el día de la vista, escuchó sus disculpas, perdonó su acción y consideró suficiente que fuera condenado cinco años de internamiento, no de prisión, porque, tal como indicaba ya el fiscal en su calificación de los hechos, Forday Sankoh padece "un cuadro psicótico de tipo paranoide en fase aguda en el momento de los hechos".

El tribunal resolvió hora escasa el contencioso y pasó al siguiente caso. Bien, por la puerta de los acusados volvió a entrar Forday Sarkoh, acompañado de su letrado, Bosubobe Cupe Bokoko. La acusación, en manos del fiscal y en esa ocasión por un delito contra la salud pública por el que pedía tres años de cárcel -sin aplicar atenuante alguna y dejando claro que consideraba al acusado "responsable en concepto de autor"-.

No hubo juicio sino otro acuerdo entre acusación y defensa, por el que Forday Sankoh aceptó cumplir tres años de internamiento psiquiátrico, a pesar de que inicialmente el fiscal no lo considerara, después de que su abogado (otrora acusador) explicara que estado de salud de su cliente impedía considerarle penalmente responsable.

El abogado Bosubobe Cupe Bokoko consideró al terminar su intervención ante el tribunal que la situación podría resumirse como "paradojas que tiene la vida, que tiene esta profesión, yo no le tengo mala prensa a mi cliente, en aquella ocasión en que intentó quemar mi despacho fue todo muy desafortunado, en unas circunstancias muy especiales, me pidió perdón, y yo sé que no actuó de mala fe sino bajo un estado mental que no le dejaba distinguir entre lo bueno y lo malo, una paradoja".

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