La violencia en Nigeria fuerza a Shell a cerrar un pozo y dispara el crudo hasta los 47 dólares

La escalada de los enfrentamientos entre el Ejército y la guerrilla nigeriana forzó ayer a Shell a suspender sus operaciones en una estación de bombeo de la zona del delta del Níger, la región petrolera del país africano. La crítica situación disparó el precio del crudo a marcar dos nuevos máximos, a rozar los 47 dólares en Europa y a superar los 50 en EE UU. La preocupación del mercado se ve agravada porque debido a los conflictos y los huracanes, EE UU no ha podido recuperar un nivel de reservas óptimo para hacer frente al invierno que se aproxima.

La portavoz de Shell, Lisa Givert, reconoció ayer que la situación en la zona del delta del Níger es aún "muy tensa". Shell ha evacuado ya a 235 trabajadores de la zona y se niega, por razones de seguridad, a revelar el número total de empleados que tiene en la región. Las otras dos petroleras que operan en la zona, la italiana Eni y la francesa Total, afirman que sus operaciones no se han visto afectadas de momento. En cambio, Givert ha confirmado que la petrolera anglo-holandesa ha suspendido las operaciones de una planta de bombeo que extrae unos 28.000 barriles diarios.

Shell insiste en que la cantidad es poco significativa, si se tiene en cuenta que su producción total en Nigeria alcanza el millón de barriles, pero para el mercado petrolero cualquier problema de producción o suministro multiplica su dimensión en estos momentos. La escalada de los combates en Nigeria (sexto exportador mundial de crudo), el recrudecimiento de la guerra en Irak, la inseguridad en Arabia Saudí, la crisis de la petrolera rusa Yukos, la racha de huracanes que está perjudicando la producción en el golfo de México y la llegada del crudo y los carburantes a las terminales del sur de EE UU, no dan tregua al precio del crudo.

Ayer se registraron nuevos máximos tanto en el mercado europeo como estadounidense. El barril brent llegó a cotizar en Londres a 46,72 dólares y a medida que avanzó la sesión perdió un poco de gas y cerró en 46,45. En el mercado de Nueva York, el barril West Texas Intermediate llegó a superar la barrera psicológica de los 50 dólares (alcanzó los 50,20) y terminó apenas por debajo, en 49,90. Los inversores bursátiles, al menos por ayer, decidieron ignorar la evolución del crudo y aprovechar las gangas para hacer algunas compras. La mayoría de las principales bolsas europeas cerró con moderados avances de entre el 0,2% y el 0,5%. El Ibex 35 español fue el que más ganó, un 0,6%. Incluso las bolsas estadounidenses cerraron al alza, a pesar de la preocupación por la frágil situación de los inventarios de crudo y derivados.

Las existencias de hidrocarburos están en los niveles más bajos de los últimos 29 años en EE UU y con vistas al invierno que se avecina, éste un dato que pone nervioso a más de uno. Dado el tiempo que toma la cadena del crudo desde que se extrae hasta que se pone a disposición de los usuarios, se calcula que si el invierno es muy frío la demanda sin cubrir superará ampliamente la oferta entre finales de octubre y febrero próximos.

Un informe presentado ayer por Valero, uno de las mayores grupos de la industria norteamericana del refino y comercialización de hidrocarburos, planteó serias dudas acerca de la capacidad del sector de incrementar las existencias de gasóleo de calefacción antes del invierno, debido a las interrupciones del suministro y las operaciones provocadas por los huracanes en la zona del golfo de México, donde se aglutina el 50% de la actividad del refino estadounidense.

Varios analistas del mercado petrolero, entre ellos los del CERA (Cambridge Energy Reserch Associates) de Massachusetts, creen que el precio del crudo en EE UU bien puede afianzarse por encima de los 50 dólares a corto plazo, dado que la estación de los huracanes aún no ha concluido (le queda al menos un mes) y que los demás factores que presionan al alza el precio del crudo tienden a agudizarse.