A vueltas con la M-30

Dentro del proyecto de tunelamiento de la M-30, como vecino de la zona de Arganzuela, quisiera manifestar al alcalde que las obras de su zona oeste, entre el Puente del Rey y el Nudo Sur, son innecesarias. Mucho más necesario para los vecinos de la zona es solucionar el eje del paseo de Santa María de la Cabeza desde el puente de Praga a la plaza Elíptica, que ahora mismo es una autopista en zona urbana. Aquí encuentran su primer semáforo los coches provenientes de Toledo, a velocidades superiores a 90 kilómetros por hora. Haga su señoría un túnel aquí y saque los coches por el de María de Molina, y por encima haga un verdadero paseo.

El túnel de Santa María de la Cabeza, orgullo del anterior alcalde, pitado por los vecinos, no llegó hasta el paseo de la Esperanza, dividiendo nuestro barrio. "Por motivos técnicos", según dijeron hace dos años. Hoy parece que la técnica avanzó tanto que puede hacerse cualquier cosa, incluso las superfluas. Nos gustaría que se plasmara el compromiso de llevar ese túnel hasta la misma carretera de Toledo, ya puestos a disfrutar de avances tecnológicos, y en los dos sentidos.

Además la regulación de los semáforos de la glorieta de Santa María de la Cabeza beneficia netamente el eje norte-sur (Atocha- carretera de Toledo) ¡cuando aquí hay un túnel!, y sur-norte, en perjuicio grave de los ejes transversales Embajadores-Embajadores y Embajadores-Ferrocarril, que son los que utilizamos los vecinos de la zona.

Con esto y el cierre de la zona norte de la M-30 eliminando los semáforos de la avenida de la Ilustración, posibilitando así un anillo continuo y fluido para el tráfico, ya habría bastantes obras en este Madrid minado.