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Los desvíos de tráfico en Pío XII empezarán el 18 de octubre

Un túnel de 670 metros bajo la M-30 sustituirá al paso elevado del nudo de la Paloma dentro de dos años. Así pretende la Concejalía de Urbanismo terminar con los atascos que se producen en este punto de la carretera de circunvalación, en su conexión con la avenida de Pío XII, por la confluencia en un mismo carril de cientos de conductores que circulan hacia destinos distintos. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, puso ayer la primera piedra de esta obra, que incluye también la ampliación del actual túnel de Pío XII. Los desvíos de tráfico comenzarán el 18 de octubre.

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La reforma de la M-30, que arrancó sobre el terreno el pasado lunes, tuvo ayer su puesta de gala ante las cámaras. El alcalde y su concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, se pusieron el casco de obra y visitaron uno de los puntos que pretenden remodelar: el nudo de la Paloma, que conecta la avenida de Pío XII con la avenida de la Paz (el nombre que adquiere la M-30 en su tramo este). Lo hicieron acompañados por la plana mayor de la concejalía, los máximos responsables técnicos del proyecto y los representantes de las constructoras que se han hecho con él: la unión temporal de empresas Corsan/Corviam. La obra durará dos años y costará a los madrileños casi 50 millones.

A grandes rasgos, consiste en lo siguiente: el Ayuntamiento asegura que el atasco diario en este punto se produce porque en un tramo del paso elevado actual, en un mismo carril, coinciden cientos de conductores que se dirigen a sitios distintos. Por una parte, quienes intentan salir de la M-30 y dirigirse hacia Pío XII, la avenida de Burgos y más allá, la estación de Chamartín y el paseo de la Castellana; por otra, quienes realizan el viaje contrario: se incorporan a la carretera de circunvalación desde Pío XII. "Hay que separar ambos sentidos", dicen desde Urbanismo. ¿Cómo? Demoliendo ese tramo del paso elevado y desviando uno de los sentidos bajo tierra.

Así, el nuevo túnel enganchará a los conductores que quieran incorporarse a la M-30 norte y los llevará a lo largo de 670 metros por el subsuelo, mientras que los que quieran salir continuarán en superficie por el tramo de puente que se mantendrá, pero ya sin tener que compartirlo con nadie.

Dos sentidos

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Paralelamente, el actual túnel de Pío XII, que mide 992 metros, crecerá hasta alcanzar los 1.370. Los conductores que se dirijan por él hacia la M-30 sur evitarán así el semáforo del cruce con la avenida de Burgos. Y, por último, la avenida de Pío XII se convertirá en una vía de dos sentidos en este tramo. El trazado actual, de solo un sentido, obliga a los conductores que vienen del sur a desviarse también por el puente -aunque no quieran entrar en la M-30-; a partir de 2007 podrán continuar por su carril.

Los desvíos de tráfico comenzarán el 18 de octubre en el entorno de Pío XII, entre la calle de Buganvilla y la avenida de Burgos. Y el 25 de ese mes se extenderán a la M-30. Pilar Martínez aseguró que estos desvíos no implicarán la pérdida de ningún carril del tronco de la M-30. Manuel Melis, director del proyecto, insistió en que hay sitio de sobra a los lados de la carretera y en vías secundarias para abrir carriles provisionales y llevar a los coches por ahí, pero otros técnicos municipales precisaron que en algun caso sí podrían verse afectados los carriles laterales de la M-30.

El Ayuntamiento ha habilitado un punto de información en en una caseta en la avenida de Pío XII, junto a la avenida de Burgos, con horario de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00. A partir del 1 de octubre funcionará también un teléfono gratuito: el 900 77 3030.

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