Guillem Vidal
Se acaba de producir el relevo en la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por decisión de la mayoría conservadora del Consejo General del Poder Judicial. Guillem Vidal, como él mismo ha dicho en su despedida, no deja el cargo voluntariamente. Su labor no sólo no ha sido cuestionada por los operadores judiciales, sino reconocida desde diferentes sectores de la sociedad. Seguía teniendo proyectos para la justicia y fuerza e ilusión para conducirlos. En su persona concurren cualidades que con escasa frecuencia se presentan de la mano en el mundo de la justicia: la solvencia jurídica y la presencia transformadora. Innovador, versátil y dúctil, ha sabido conjugar en su mandato al frente del TSJC entre 1994 y 2004 una presidencia poderosa y expansiva, que ha marcado ruta, con el gesto entrañable.
Hijo de magistrado, conoció desde siempre las entretelas de la Administración de justicia. Juez desde 1967, número uno de su promoción (la quinceava), ha desarrollado su carrera profesional entre las islas Baleares y Cataluña. Estuvo destinado en los juzgados de Mahón, Sabadell y Palma de Mallorca, y fue presidente de la Audiencia Provincial de Palma entre 1987 y 1994. Con un extenso currículum como conferenciante, también ha impartido clases y colaborado como profesor en la Universidad de Barcelona, en la Autónoma, en la Politécnica, en la Universidad de las Islas Baleares y en la Escuela Univesitaria Abat Oliva. Fue miembro fundador de la Associació de Juristes de les Illes Balears y pertenece desde sus inicios a la asociación progresista Jueces para la Democracia. En 2003 recibió el premio Ramon Llull en reconocimiento por su trayectoria en el mundo de la justicia. Es miembro electo de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Cataluña, y autor de diversas publicaciones.
Guillem Vidal ha mostrado coherencia entre su pensamiento y su hacer diario. Su innovadora alusión a que "bajo una toga hay un corazón, un estómago y un sexo", huyendo de la visión sacrosanta y hermética que lamentablemente algunos tienen y proclaman de la judicatura, ha dado una dimensión humana a quienes vestimos la toga, y señala que somos hombres y mujeres con necesidades, con pensamientos diferentes, con exigencias y compromisos.
Se ha mostrado sensible con los jueces que llegaban destinados a Cataluña, especialmente con quienes salían de la Escuela Judicial ubicada en Barcelona, a los que siempre tendió la mano mostrándoles su disponibilidad y facilitándoles su integración. Su mandato no ha sido cómodo, tampoco inocuo, no se ha refugiado en la estructura funcionarial. Ha sido un presidente creíble, comprometido con sus jueces, cuya independencia siempre ha defendido. Ha mantenido una clara apuesta por la efectiva adaptación del poder judicial a la estructura autonómica del Estado, por el uso regular de la lengua catalana, y mucho antes de que algunos políticos hablaran de ello, ya reclamó que se dotara al Tribunal Superior de Justicia de plenas competencias. Ha sido incansable en el esfuerzo por situarlo en el lugar que constitucionalmente le corresponde, entre los poderes de la comunidad autónoma.
Ha impulsado la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia, que hoy tiene jurisprudencia consolidada. Perfecto conocedor de la institución del jurado, participó en las experiencias previas a su implantación. Desde la Sala de Gobierno ha ejercido como mediador nato, propiciando siempre espacios de diálogo y respetando la voz de sus miembros. Su capacidad para la escucha ha logrado instaurar y mantener fructíferas relaciones con los estamentos profesionales. Fue pionero en reclamar la instauración de los gabinetes de prensa. A su empeño se debe la comparecencia anual ante la Comision de Justicia del Parlament de Catalunya para presentar la memoria anual de la justicia, lo que sin duda ha contribuido a un mejor conocimiento del estado de situación de los tribunales y a una transparencia de la gestión efectuada.
Ahora concluye una etapa. Guillem, gracias por tus 10 años de presidencia, gracias con las palabras de Eduardo Galeano en el Libro de los Abrazos, "RECORDAR: del latín, re-cordis, volver a pasar por el corazón", te re-cordaremos.
Àngels Vivas, magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
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