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Crónica:MOTOCICLISMO | Gran Premio de Japón
Crónica
Texto informativo con interpretación

Pedrosa da el gran golpe

El español se dispara en la general de 250cc tras exhibirse y salir vencedor de su fantástico duelo con Toni Elías

Dirán las matemáticas que la diferencia entre él y su inmediato perseguidor en la general, el francés Randy de Puniet, es de 47 puntos, nada definitivo cuando quedan 100 por disputarse. Dirá la historia que la remontada es posible, que cosas más raras se han visto. Y obligará la prudencia a echar mano de la cautela. Con todo ello, lo cierto es que Dani Pedrosa, protagonista ayer en Motegi (Japón) de una carrera fantástica, una más, guarda en el bolsillo algo más de medio título del cuarto de litro. Para atrapar el otro medio le quedan cuatro grandes premios, en los que muy mal, espectacularmente mal, dramáticamente mal, tendrían que salirle las cosas para que no apuntara su nombre en la lista de triunfadores de los 250cc, una categoría en la que ningún español ha conquistado el campeonato desde que hace 15 años, en 1989, lo hiciera Sito Pons.

Al líder le separan 47 puntos del segundo, De Puniet, y quedan sólo 100 por disputarse
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Como fichas de dominó han ido cayendo los supuestos rivales de Pedrosa. Algunos lo hicieron nada más darse el banderazo de salida a la temporada, como el vigente campeón, Manuel Poggiali, de quien no se han tenido más noticias que su triunfo en Brasil y el catálogo de caídas que ha ido mostrando. Y qué decir de Fonsi Nieto, que sigue inmerso en su particular annus horribilus, cuyo penúltimo capítulo se vivió ayer, cuando se salió en la primera vuelta y acabó retirándose, lógico epílogo si uno viaja en el puesto 25 y con el tubo de escape roto. Sólo De Puniet aguantaba hasta Japón, con mayor o menor fortuna, las andanadas de un Pedrosa que presenta unos números prodigiosos, con cinco victorias, cuatro segundos puestos, un tercero y un cuarto en las 12 carreras disputadas. Pero el francés besó el suelo ayer, en el sentido más literal, y bastante hizo con finalizar el decimosegundo.

La carrera fue cosa de dos, de Pedrosa y de Toni Elías, quien por desgracia ha llegado tarde a la fiesta. Son dos corredores que andan picados por aquello de los kilos, los que le faltan a Pedrosa, según Elías, que ayer volvió a hacerle coro a una queja generalizada en el pelotón. Pedrosa pesa poco, y eso le favorece. "Buscan excusas porque no esperaban que ganáramos", contesta aquél, una afirmación que bien podría traducirse por aquello de "ladran, luego cabalgamos".

El caso es que la polémica de los kilos tiene poco peso, nunca mejor dicho, cuando quedan cuatro carreras por disputarse y el líder del Mundial, Pedrosa, lo es con todas las de la ley. Porque en la anterior carrera, la de Estoril, ganó en buena lid Toni Elías y Pedrosa fue cuarto. Y nadie habló de los kilos que pesan uno y otro, asunto menor aquel día, descartado como está que Pedrosa hiciera expresamente una sorprendente dieta de engorde para la prueba portuguesa.

El caso es que el carrerón de ayer supuso un espectacular mano a mano entre ambos, Elías y Pedrosa, que se escaparon a las primeras de cambio y protagonizaron momentos de ensueño, como el toma y daca de la tercera vuelta, en la que se llegaron a vivir cuatro adelantamientos de miedo, líder uno u otro sin solución de continuidad.

La caída de De Puniet les dejó el camino más expedito si cabe, volando ambos, la conducción suave de Pedrosa contra la agresiva de Elías, derrapando éste en cada curva, apurando cada frenada, al más puro estilo Rossi, que ya es decir. De momento, Elías ha conseguido aparecer en escena de forma estrepitosa en este tramo final de la temporada. Ayer aguantó 18 vueltas el ritmo infernal de Pedrosa, y sólo cedió cuando el desgaste de los neumáticos, dañados en un asfalto abrasivo, le cortó las alas.

Hasta que eso ocurrió, Elías demostró que está en condiciones de obligar a Pedrosa a conducir al límite, lo que en Motegi llevó al niño a otro triunfo incontestable, dañino para quienes aún se sientan candidatos a un título que, digan lo que digan las matemáticas, tiene dueño y señor: Dani Pedrosa.

Pedrosa, con la moto número 26, por delante de Elías en un momento de la carrera.
Pedrosa, con la moto número 26, por delante de Elías en un momento de la carrera.EFE

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