El arzobispo de Tarragona se estrena con la promesa de "escuchar a todos"
Jaume Pujol, del Opus Dei, levanta críticas entre grupos católicos
El nuevo arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, que además es miembro del Opus Dei, estrenó ayer su cargo prometiendo "escuchar a todos". Su nombramiento como sustituto de Lluís Martínez Sistach, ahora titular de la diócesis de Barcelona, ha levantado duras críticas entre sectores católicos, que han lamentado que un obispo del Opus Dei se ponga al frente de la plaza tarraconense.
Jaume Pujol tuvo que interrumpir en varias ocasiones su discurso de toma de posesión a causa de los silbidos y el ruido de cacerolas que acompañaron sus palabras. En una solemne ceremonia a la que asistieron el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Rouco Varela; el cardenal de Barcelona, Ricard Maria Carles, y el prelado del Opus Dei Javier Echevarría, el discurso de Pujol auguró una política continuista, cuyos ejes básicos serán "evangelización y catequesis", y "matrimonio y familia". Los dos últimos cardenales de Barcelona, Ricard Maria Carles y Lluís Martínez Sistach, han pasado antes por la catedral de Tarragona.
El colectivo católico Cristians Inquiets, a través de un comunicado, adivirtió de que el nombramiento de Jaume Pujol les produce "miedo" porque, a su juicio, "da la impresión de que se quería imponer una línea pastoral determinada". Esta plataforma añadió que "en la Iglesia de Cristo todos los estilos son legítimos", pero puntualizó que "solamente desde la pluralidad se puede vivir la experiencia evangélica de comunión".
Por su parte, los concejales del grupo municipal de ICV-LP no asistieron a la toma de posesión de Pujol por entender que "debe primar el carácter laico y no confesional que, según la Constitución, tienen las instituciones democráticas". Representantes de los demás grupos políticos con presencia en el Ayuntamiento asistieron al acto, así como el alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal; el subdelegado del Gobierno central en Tarragona, Josep Maria Abelló, y el presidente de la Diputación, Joan Aregio.
Un total de 35 obispos también acudieron a la toma de posesión de Pujol, lo que ofreció una imagen de solemnidad que en pocas ocasiones se da en Tarragona.
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