"Zapatero debe hacer valer su palabra"
Miguel Ángel Asporosa entró en 1969 en La Naval de Sestao, cuyo comité de empresa preside desde hace ocho años. Militante de UGT, sindicato que cuenta con ocho de los 23 delegados del comité, está preocupado, pero no pierde el "optimismo" y recuerda lo que uno de los "mayores" le dijo cuando empezó en la escuela de aprendices: "Esto parece que no tiene futuro y tú has llegado tarde". Nació en la "república independiente de Repélega", en Portugalete, hace 50 años y va a luchar por mantener La Naval, la planta del Grupo Izar en Euskadi.
Pregunta. ¿Se temen lo peor?
Respuesta. Ya no sabemos qué pensar. Ha habido diferentes fases en las que hemos pensado que la solución estaba cercana y, por el contrario, ahora estamos decepcionados con los acontecimientos de los últimos días. Esperemos que ésto pueda salir adelante.
"Me gustaría que no hubiera movilizaciones violentas, pero es algo que puede ocurrir"
P. ¿Se sienten engañados por el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero?
R. Personalmente, sí. Si de verdad era sincero cuando nos habló en Bilbao, debería hacer valer su palabra. Me siento defraudado y engañado.
P. ¿Les hizo durante su reunión alguna promesa que no haya trascendido?
R. Hubo una parte genérica y otra sobre la situación de Sestao. Dotar de carga de trabajo de forma inmediata es un compromiso, y lo dijo él. Salvar los astilleros, incluido Sestao, es un compromiso, y lo dijo él. Y que toda negociación se haría por consenso con los sindicatos fue una afirmación rotunda. Lo que decimos es que dé solución a este problema.
P. ¿Y la SEPI [Sociedad Estatal de Participaciones Industriales] dice lo contrario?
R. Todo lo contrario. Nos han presentado un documento de negociación absolutamente cerrado. Queremos que el discurso de Zapatero en Bilbao modifique el de la SEPI.
P. ¿Concretó Zapatero su promesa de carga de trabajo?
R. No. Dijo que había órdenes expresas a Izar para que contratase, pero que no quería hacerlo público. Prometió carga de trabajo inmediata.
P. ¿Cree que sus palabras las puede pagar el PSE?
R. Por supuesto, aunque también es cierto que los socialistas se encuentran con un problema heredado. El PP nos dejó en una situación crítica, pero esa página está ya pasada. Ya hemos recriminado al PP y ahora le toca a los socialistas dar una solución .
P. ¿Hasta dónde pueden llegar las movilizaciones? ¿Se les puede escapar de control?
R. Nunca se prevén las movilizaciones violentas. La del jueves no estaba prevista. Fue espontánea. Hay muchas horas para comerse la cabeza en el astillero y la gente descargó la adrenalina. Me gustaría que se comprendiera que no lo hacemos sólo por los puestos de trabajo. Es también por la Margen Izquierda y porque la gente tenga en el futuro la posibilidad de trabajar en La Naval.
P. ¿Prevén más movilizaciones violentas?
R. Es imprevisible. Lógicamente una vez que estalla la caja de los truenos es difícil de controlar. Me gustaría decir que no, que se vuelva a la cordura, pero de seguir así puede ocurrir.
P. ¿Del Gobierno vasco han recibido algo más que palabras de apoyo?
R. No. En la reunión que mantuvimos con la Viceconsejería de Industria se nos dijo que estarían dispuestos a apoyar siempre y cuando se mantuviera el centro de Sestao. Parece que eso va a ser así y no vemos que haya apoyos reales y compromisos para mantener ésto. Espero que tras los encuentros de Zapatero con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y con Josu Jon Imaz, presidente del PNV, tengan argumentos para decir públicamente el compromiso que tienen y decir cómo lo van a realizar. Y que sea rápido, por favor.
P. ¿Por qué temen la privatización?
R. Hay un temor, porque lógicamente no queremos abrir la puerta a la especulación. En los últimos años ha habido un montón de especuladores jugando con el terreno de otros astilleros. Ése podría ser un argumento para dentro de cuatro días cerrar el astillero. En segundo lugar, nadie nos ha explicado qué se pretende con la privatización. Tal vez bien explicado podríamos entender algo más. Estamos hablando de privatización o de la entrada de capital privado para regenerar la economía del astillero. Lo desconocemos y lo queremos saber. En este momento estamos en desacuerdo
P. ¿Les importaría que el astillero fuese público y en manos de la Administración vasca?
R. Aceptaríamos cualquier tipo de solución que mantuviera la tutela del Estado y nos asegurase que la planta de Sestao va a seguir abierta por muchos años.
P. ¿Dada la dura competencia de los astilleros coreanos se puede subsistir sin ayudas?
R. Tal y como está planteado en este momento está claro que no. Pero no solo los españoles, ninguno de los que estamos en Europa. Nadie podrá decir ni jurar por lo más sagrado que no está recibiendo ayudas. Lo que ocurre es que unos lo hacen mejor y otros lo hacemos peor. Además, creemos que podemos ser competitivos y rentables. Hay que limitar la competencia desleal de países como Corea.
P. ¿Se han parado a pensar que mucha gente les considera unos privilegiados?
R. Por supuesto. Precisamente queremos mantener ésto para que pueda haber privilegiados. Yo no voy a criticar a ningún trabajador porque esté mejor que yo; intentaré estar como él.
P. El comité de empresa se mantiene unido y los centros de Izar también, pero ésto puede cambiar.
R. No sé lo que pasará en el futuro, pero ahora hay unidad en La Naval. Entiendo lo humano en la relación entre centros. ¿Para que voy a pegarme de tortas con nadie si mi futuro está seguro? Pero también entiendo que los que defendemos los astilleros tenemos que ir más allá. Como en el año 1995 no dejamos tirado Sevilla, haremos defensa del resto de los astilleros.
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