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Entrevista:PAUL RENE ALBERTINI | PRESIDENTE DE WARNER MUSIC INTERNATIONAL

"Lo peor de la crisis de las discográficas ya ha pasado"

La industria tiene que enfocarse en encontrar y desarrollar talento musical, asegura el directivo

Paul Rene Albertini está al frente de una compañía emblemática en una industria que ha sido vapuleada por la piratería. Warner Music, la tercera discográfica del mundo, sin embargo, comienza a demostrar síntomas de recuperación. Después de ser comprada por Edgar Bronfman Jr., en noviembre de 2003 por 2.600 millones de dólares (antes era parte del gigante mediático Time Warner), la discográfica ha aplicado un duro proceso de ajuste que ha supuesto el despido del 20% de su plantilla y una nueva manera de pensar el negocio de la música. Albertini preside las operaciones internacionales del grupo, que engloba todo el mundo excepto Estados Unidos. Las piedras de toque de la nueva estructura que la empresa ha aplicado es la sincronización de las operaciones nacionales y un retorno a la actividad fundamental de la compañía: encontrar, desarrollar y vender talento musical. España, bajo el liderazgo de Mariano Pérez, se ha transformado en uno de sus principales éxitos.

"La piratería nos roba nuestra inversión. Es una batalla de proporciones enormes y no se puede pensar sólo en términos de este sector"
"Muchas actividades en las que están metidas las discográficas son todo menos esenciales para el negocio de la música"
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Pregunta. ¿Por qué le va tan bien a la compañía en España?

Respuesta. Alejandro Sanz y muy buenos artistas bajo contrato. Eso es lo que tenemos que hacer en todo el mundo: encontrar buenos músicos y hacer que lleguen al mercado. La industria se tiene que ajustar al siglo XXI y a un mercado muy distinto. Hay que respirar, liderar y existir alrededor de la música. Tener éxito en esta industria se basa en el artista y hacer lo que sea necesario para que llegue al consumidor. Nuestra filial en España está haciendo esto muy bien.

P. ¿Cómo ha cambiado el negocio musical?

R. El núcleo de lo que hacemos es encontrar contenidos y llevarlo al mercado. Esto no ha cambiado. Internet y la piratería, sin embargo, nos han hecho mucho daño y tenemos que adaptarnos a las nuevas condiciones del mercado. La mayor parte de las grandes compañías de música nacieron o se desarrollaron durante el boom de los discos compactos de los ochenta y principios de la década de los noventa. Fueron años en los que había mucho dinero y era una decisión muy acertada y lógica integrar todos los factores de la cadena de producción y creación de valor. Estoy hablando de la fabricación propia de discos u operaciones gigantescas de contabilidad. Cosas muy burocráticas. Muchas de las actividades en las que están metidas las discográficas ahora, sin embargo, son todo menos esenciales. Hay que depurarlas.

P. Empresas como Warner Music entonces tenían problemas que van más allá de la piratería.

R. La industria entera tuvo un periodo de crecimiento muy rápido y desordenado hace ya muchos años. Esto puso en el mapa organizaciones enormes en cada país. Todos los objetivos eran nacionales. Las compañías eran completamente arcaicas. Lo que hemos hecho es adaptarnos a las condiciones del mercado, porque una realidad ineludible es que el mercado ha caído. Hay que integrar los objetivos entre los países. Aun así, a pesar de estos problemas en la industria, el tema de la piratería es trágico y es una batalla que en este sector tenemos que pelear todos los días.

P. ¿Las medidas legales contra la piratería, ya sea con la venta de copias en la calle o el tráfico por Internet, están dando resultados?

R. Yo creo que sí. Finalmente estamos consiguiendo frenar el crecimiento de la piratería. Lo peor de la crisis de las discográficas ya ha pasado. Las medidas legales son un factor disuasorio muy importante, pero necesitamos la ayuda de los autoridades y en muchos casos dependemos de ellas para conseguir algo. Nuestro sector es el más afectado. Sin embargo, en el mundo de hoy en el que vivimos todo puede ser clonado. Hasta coches y libros en cualquier parte. La lista es infinita. La música es un bien intangible, pero la propiedad intelectual y los derechos de autor son fundamentales en el sistema capitalista. La piratería nos roba, y lo digo literalmente, nuestra inversión. Es una lucha de proporciones enormes y yo creo que es un error pensarla sólo en términos de la industria en la que yo trabajo.

P. ¿La venta de discos compactos seguirá siendo la principal fuente de ingresos para las discográficas?

R. Sí. La música sigue vendiendo. Este año las ventas de discos en Estados Unidos subieron y todo el mundo se sorprendió, pero en realidad la gente sigue comprando siempre y cuando pongas buena música a su disposición. También hay nuevos mercados. Los DVD musicales, por ejemplo, se están vendiendo muchísimo y eso supone una nueva fuente de ingresos que tenemos que estar preparados para explotar.

P. ¿Los precios de los discos compactos se mantendrán estables? ¿No deberían de bajar para luchar contra la piratería?.

R. Es la pregunta de siempre. Si algo te parece caro, eso no quiere decir que tienes derecho a robarlo. La piratería es precisamente eso, un robo.

Un sector que vuelve a respirar

Cuatro años consecutivos con las cifras del mercado cayendo. Fusiones entre protagonistas (Sony y BMG). Despidos de plantilla. Artistas reconocidos que se quedan sin sello discográfico. Números rojos. El último lustro ha sido una vorágine de tropiezos y desafíos para la industria musical, casi herida de muerte por la piratería y el tráfico ilegal por Internet.

"Para salir adelante se necesita un equipo muy bueno y capaz de encontrar talento", dice Mariano Pérez, responsable de Warner Music en España. Bajo su dirección, las operaciones de la compañía en el país se han convertido en las más rentables y el sello se ha transformado en líder en el mercado nacional.

Otros datos también son alentadores. Cifras de Forrester Research indican que en EE UU, el termómetro por excelencia del mercado, unos 700 millones de dólares de la caída de 2.000 millones entre 1999 y 2003 fue el resultado de la piratería. Las discográficas han emprendido reformas para recortar gastos, pero también han mantenido una constante batalla legal contra la piratería. En EE UU, la industria ha realizado más de 4.000 acciones legales.

Los datos en 2004 son positivos. El número de canciones adquiridas ilegalmente por Internet ha caído un 37% en el primer semestre. Además, las discográficas empiezan a ganar dinero vendiendo sus canciones por Internet.

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