El Gobierno reconduce el contrato con el 'lobby' que gestionó la medalla de Aznar
El despacho de Washington asesorará en el área "económica, comercial y financiera"
El Gobierno ha decidido reconducir el contrato por valor de dos millones de dólares que el anterior Ejecutivo, del PP, suscribió con un despacho de abogados estadounidense, que actúa como lobby en Washington y realizó gestiones para la concesión al ex presidente José María Aznar de la medalla de oro del Congreso de Estados Unidos. El secretario de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica, Bernardino León, ha remitido una carta al bufete Piper Rudnick en la que pide que sus servicios "se concentren en el área económica, comercial y financiera".
La existencia del contrato, revelada el pasado 22 de julio por la Cadena SER, levantó un gran revuelo, ya que las gestiones del bufete se centraron en promover la asistencia de congresistas a la sesión conjunta de las dos Cámaras estadounidenses ante la que compareció Aznar el pasado 4 de febrero, y en recabar las firmas necesarias para que prosperase la propuesta de conceder la medalla de oro del Congreso al entonces presidente del Gobierno español, firme aliado de la Administración Bush en la invasión de Irak.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, encargó que se estudiase la posibilidad de cancelar el contrato, pero advirtió de que éste incluía "unas cláusulas de penalización en caso de no cumplirlo o no llevarlo a término".
El contrato fue aprobado por el Consejo de Ministros el 26 de diciembre de 2003, menos de tres meses antes de las elecciones generales, por un monto total de dos millones de dólares (1,6 millones de euros aproximadamente). Aunque su duración total era de 20 meses, se convino una pago inicial de 700.000 dólares y cuotas mensuales de 100.000.
Finalmente, el Gobierno ha optado por mantener el contrato, pero reconduciendo su objetivo. El secretario de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica, Bernardino León, dirigió el pasado jueves una carta (reproducida en esta misma página) a Lloyd Hand, responsable del bufete Piper Rudnick de Washington.
"El Gobierno español quiere que los servicios de su despacho profesional se concentren en el área económica, comercial y financiera, señalado en su día como uno de los ámbitos de actuación del citado contrato de diciembre de 2003", señala. "Esto implica que las gestiones de asesoramiento y consejo y de otro tipo que presta su firma se concentren fundamentalmente a cooperar con el Gobierno español en las tareas de promoción comercial, protección de marcas, asesoramiento de inversiones, posibilidades de obtener contratos para los intereses españoles y cualesquiera otras actividades en esta área".
"Criterios transparentes"
"El Gobierno español quiere manifestarle", agrega, "que en ningún momento ha puesto en duda la honorabilidad y profesionalidad de su empresa. La polémica surgida en España en torno a Piper Rudnick estaba relacionada exclusivamente con las instrucciones emanadas de la anterior Administración y nunca con el método de trabajo de su despacho ni con la calidad de su ejercicio profesional".
"Estoy plenamente convencido", concluye el alto cargo de Exteriores, "de que con este nuevo enfoque el Gobierno español y Piper Rudnick continuarán trabajando sobre bases sólidas y realizando un trabajo serio sujeto a criterios transparentes y útiles para el Gobierno y la sociedad española. En cualquier caso", advierte, "quisiera subrayar que el contenido de esta carta no implica que el Gobierno español haya decidido la renovación del contrato una vez que haya expirado".
El contrato con el lobby incluía el asesoramiento en temas económicos pero también de otro tipo, incluidos los "políticos", bajo la coordinación de la Embajada española en Washington. Eso permitió que el despacho de abogados se pusiera en contacto con las oficinas de los congresistas para pedirles que acudieran al discurso de Aznar y que realizaran gestiones para conseguir la aprobación de la "resolución impulsada por el republicano Jim Gibbons"; es decir, la concesión al ex presidente español de la medalla de oro del Congreso de EE UU.
"Los logros del presidente Aznar"
En enero pasado, el despacho de abogados redactó el borrador de la carta remitida a los congresistas por el entonces embajador español en Washington, Javier Rupérez, "para describir los logros del presidente Aznar en sus ocho años de presidencia" y "rogarles su asistencia" a la intervención del presidente español en una sesión conjunta de las dos cámaras. La gestión tuvo escaso éxito, ya que la presencia de congresistas fue tan escasa que hubo que llenar los asientos vacíos con empleados del Congreso y turistas de visita en el Capitolio.
Respecto a la medalla, la propuesta se lanzó en mayo de 2003, pero a finales de año sólo había recabado un puñado de firmas de las 290 necesarias para su aprobación por la Cámara de Representantes. Este umbral fue superado holgadamente tres meses después de que se contratara el lobby, pero eso no quiere decir que su concesión esté próxima, pues la condecoración debe aprobarla también el Senado, donde aún no ha empezado a ser tramitada.
La cadena SER reveló que las minutas de Piper Rudnick fueron manipuladas para omitir las menciones expresas a Aznar que figuraban en los originales.
"Jamás he dado instrucciones para que esa agencia hiciera gestiones a favor de una condecoración", replicó Aznar en una carta dirigida al Comité Ejecutivo Nacional del PP.
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