Una buena noticia

Los inversores recibieron ayer una buena noticia, cuya interpretación no admite segundas lecturas. El IPC de la zona euro se mantuvo en el 2,3% y el de Estados Unidos descendió tres décimas, al 2,7%.

Las presiones sobre los bancos centrales de ambas áreas económicas quedan en suspenso durante un mes y en los mercados de valores hay una duda menos, pues no se esperan ajustes en las políticas monetarias del BCE y de la Fed al menos hasta después de las elecciones estadounidenses.

La respuesta en los mercados de valores no ha sido, sin embargo, todo lo positiva que cabría esperar de unos datos que traen cierta tranquilidad a la inversión, lo que significa que en general se ha considerado la estabilidad de los precios como algo pasajero dentro de una coyuntura en la que siguen abundando las dudas.

El Ibex 35 consiguió un avance del 0,22%, algo menos de lo que perdía el miércoles, para situarse en 8.078,80 y el índice general de la Bolsa de Madrid subió el 0,23% para cerrar en 854,55.

Las reticencias de los inversores ante la imprevisible coyuntura actual se pusieron de manifiesto en el descenso del volumen negociado en el Mercado Continuo, que cayó hasta los 1.855,12 millones de euros, con 460 millones en operaciones institucionales y con el 95% del resto acumulado en los valores del Ibex 35. El banco SCH movió ayer 35,7 millones de acciones, un tercio de las negociadas el día anterior, y su cotización recuperó el 0,62%.

La apertura al alza de la Bolsa de Nueva York permitió un cierre tranquilo en las bolsas europeas, aunque el avance regional de actividad industrial en Filadelfia, con una caída de 15,1 puntos, hasta 13,4, y el incremento en las peticiones semanales de subsidio de desempleo anulaban en parte el efecto beneficioso del descenso de la inflación.

La Bolsa de París terminó esta sesión en tablas y la de Francfort subió el 0,56%, mientras que la de Londres avanzaba el 0,18%. La Bolsa de Nueva York perdió gas y el Dow Jones subió sólo el 0,13%, mientras que el Nasdaq avanzó el 0,4%.