Tres cazarrecompensas de EE UU, condenados por torturas en Afganistán
Los mercenarios organizaron una prisión privada en Kabul en su búsqueda de Bin Laden
Tres cazarrecompensas estadounidenses fueron condenados ayer en Kabul por un tribunal afgano a penas de entre 8 y 10 años de prisión por torturar y mantener en su cárcel privada de la capital afgana a ocho presos y por desarrollar su guerra particular contra Al Qaeda. Jonathan Idema, el jefe del grupo de mercenarios y antiguo miembro de las fuerzas especiales estadounidenses, aseguró en su alegato que contaba con el apoyo de EE UU y de las autoridades afganas, algo que ha negado el Pentágono. "Sabía que el Gobierno estadounidense no iba a apoyarme", dijo.
Jonathan Jack Idema, de 48 años, un personaje digno de una novela, fue condenado a 10 años de prisión en un veredicto unánime de un tribunal afgano presidido por el juez Abdul Baset Bajtyari. Su mano derecha, Brent Bennet, de 28 años, ha recibido la misma pena, mientras que el periodista estadounidense Edward Caraballo, de 42, que formaba parte del grupo, recibió una condena de ocho años. Cuatro afganos recibieron penas de entre uno y cinco años.
Los cargos por los que han sido condenados incluyen tortura, secuestro, robo y entrada ilegal en Afganistán. Todos los mercenarios fueron detenidos el 5 de julio en Kabul, cuando fuerzas afganas y estadounidenses irrumpieron en su prisión ilegal y encontraron a ocho presos afganos que habían sido torturados. "Los mismos jueces que en la época de los talibanes, la misma justicia enferma", dijo Idema, que asistió a la vista esposado, con gafas de sol y vestido con un uniforme de las fuerzas especiales. "¡Pido perdón por haber salvado a gente!", gritó. "Tenía que haber dejado que los talibanes les asesinasen".
Idema asegura que su llamada Task Force Sabre 7 evitó varios atentados, logró capturar a dirigentes talibanes y señaló que su objetivo era apresar a Osama Bin Laden, por el que se ofrece una recompensa de 25 millones de dólares. El abogado de los estadounidenses, John Tiffany, aseguró que iba a recurrir la condena e intentó darle un tono político a la sentencia: "Los estadounidenses no quieren reconocer lo que ocurre en Afganistán, como no quisieron reconocer lo que ocurría en Abu Ghraib". El mercenario, que fue asesor militar de la Alianza del Norte, dijo que el Pentágono conocía y aprobaba sus actividades y que los documentos con los que podía demostrarlo fueron requisados por el FBI durante detención. Las tropas internacionales de la ISAF ayudaron al grupo de Idema en dos operaciones porque, según aseguró un portavoz de las tropas de paz, creyeron que eran fuerzas especiales de EE UU.
El juez Bajtyari insiste en que el grupo no tenía "ninguna conexión con las fuerzas estadounidenses". El Pentágono ha negado todas las alegaciones de Idema. No es la primera vez que Jonathan Jack Idema tiene problemas con la justicia. En 1994, después de abandonar las fuerzas especiales, fue condenado por fraude en EE UU. En 1997, presentó una demanda contra Dreamworks, productora de Steven Spielberg, porque aseguró que la película El pacificador, protagonizada por George Clooney, estaba basada en su vida.
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