El Consorcio de la Zona Franca se libera del 'agujero' de De la Rosa tras 18 años
La institución afronta el último pago de un crédito de 33,7 millones
El Consorcio de la Zona Franca (CZF) de Barcelona se liberará este año de uno de los fardos más pesados -y más antiguos- de su trayectoria. La institución que desde antes del verano dirige Manuel Royes afrontará en diciembre el último pago de un crédito del Estado de 33,7 millones de euros, una operación que aprobó el Gobierno socialista hace 18 años por el agujero causado por Antonio De la Rosa Vázquez -padre del financiero Javier De la Rosa- cuando era secretario del consorcio, a finales de la década de 1970.
De la Rosa malversó 7,5 millones de euros (1.250 millones de las antiguas pesetas), pero la estafa acabó costando 42 millones de euros al CZF. El consorcio se vio obligado a solicitar un crédito a tres cajas catalanas (Laietana y, antes de fusionarse, Barcelona y Pensiones). Posteriormente, pidió al Estado un préstamo de 33,7 millones con el que hacer frente a un 80% de su deuda con las cajas. Para pagar el préstamo, el consorcio ha estado obligado a destinar cada año el 12% de sus beneficios. Así lo ha venido haciendo desde 1986. El último ingreso -526.000 euros- liberará a final de año a la institución de una de las grandes sangrías en sus estados contables.
El consorcio ingresará al menos cinco veces más por los terrenos que Seat le cederá
El delegado especial del Estado en el CZF, Manuel Royes, explicó ayer que la cancelación de este préstamo "se une al final del conflicto con Seat, lo que permitirá acometer nuevos proyectos en el futuro".
Tras un preacuerdo con el grupo automovilístico, el CZF obtendrá por el alquiler de las 50 hectáreas hasta ahora ocupadas por Seat al menos cinco veces más de lo que ingresaba por alquilárselas.
Hasta ahora, Seat pagaba sólo tres euros por metro cuadrado y año, y el consorcio calcula que podrá arrendar los terrenos a un precio de al menos 22 euros por metro cuadrado y año. "Una vez urbanizados los terrenos, quedarán unas 30 hectáreas disponibles como suelo industrial respecto al terreno que ocupaba Seat, aunque el precio final dependerá de si el propio CZF construye las naves o de si lo hacen las compañías que se instalen allí", según Royes.
El CZF cuenta actualmente con un patrimonio de unas 600 hectáreas de suelo industrial, valoradas en 350 millones de euros. Entre sus próximos proyectos, destaca la posibilidad de construir un millar de viviendas en las antiguas casernas de Sant Andreu, aunque el inicio de las obras "está pendiente del plan urbanístico de La Sagrera, y puede retrasarse aún dos o tres años", explicó Royes.
Además de los edificios promovidos junto a centros universitarios y los polígonos industriales construidos en varias poblaciones catalanas -como Constantí y Granollers-, la gran apuesta de Royes de cara a los próximos años es la construcción de un puerto seco en la región metropolitana de Barcelona, a 30 o 40 kilómetros del puerto de la capital catalana. "El puerto apenas puede crecer más en tráfico de contenedores, y las infraestructuras por carretera de la zona están cerca del colapso", sostuvo Royes. "La solución es un puerto seco conectado por ferrocarril para absorber el tráfico de contenedores, pero requiere el compromiso de todas las administraciones", dijo.
El ex presidente de la Diputación de Barcelona aseguró ayer que esta infraestructura "es tan importante como la mejoría de la red de carreteras o la ampliación del aeropuerto de El Prat", y requiere una superficie total de entre 300 y 500 hectáreas. Se trata de una opción política "que entraña riesgos", reconoció Royes, ya que la Generalitat debería llevar a cabo expropiaciones en el área elegida.
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