Tres heridos leves en una persecución policial que acabó en un siniestro
La persecución de un coche supuestamente robado color plateado y de marca Rover iniciada ayer por varios vehículos policiales en la zona de Vicálvaro tuvo un accidentado desenlace. Tras minutos de persecución y según la versión policial, el vehículo, conducido por un toxicómano y su pareja, tomó embalado la calle de Alcalá en sentido centro. Eran las 17.40 y, en ese momento, en la intersección de dicha calle con la avenida del Veinticinco de Septiembre, un Peugeot 306 deportivo de color verde pistacho esperaba a que se abriese el semáforo, un autobús se detenía en su parada y un adolescente caminaba por la acera hacia el lugar donde iba a encontrarse con sus padres.
Pero ni el Peugeot deportivo llegó a cruzar el semáforo, ni el autobús pudo hacer su parada normalmente, ni Pablo llegó a la cita con sus padres. El Rover plateado se saltó el semáforo de Alcalá. Arrolló al Peugeot, después al autobús y por último a Pablo, que rodó por la acera hasta quedar atrapado entre el vehículo y un muro. Tan sólo sufrió lesiones leves y arañazos, algunos de los cuales requirieron varios puntos de sutura. El Rover plateado, al igual que el Peugeot, quedó destrozado. De hecho, fue necesaria la intervención de los bomberos para abrir la puerta y sacar a la copiloto, que permanecía herida en el interior mientras el conductor, policontusionado, yacía en el suelo.
El ocupante del Peugeot resultó ileso y ninguno de los viajeros del autobús necesitó asistencia. El resultado final del accidente fue de tres heridos leves. Dos de ellos, los ocupantes del Rover, pasarán a disposición judicial tras recibir el alta en el hospital Ramón y Cajal, donde ingresaron.
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