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Reportaje:FÚTBOL | Primera jornada de la Liga de Campeones

El Madrid busca su magia

El alicaído equipo blanco vuelve a enfrentarse al Bayer Leverkusen dos años y dos meses después de la 'novena'

Diego Torres

"¿Qué le pasa a Camacho que siempra está cabreado?", preguntaba uno de los llamados galácticos hace una semana. Ayer, el Madrid partió hacia Alemania encabezando su comitiva con José Antonio Camacho y su habitual gesto airado. Lo siguieron las estrellas con sus caras de estrellas, procurando no exteriorizar el sentimiento que más o menos comparten. Esa sensación de rutina, de rueda que los va tragando año tras año hacia la Liga y la Champions, la Liga y la Champions, consumiendo sus carreras y apagando poco a poco las ilusiones, el cosquilleo en el estómago que antes les provocaba la cita europea más prestigiosa. Justamente hoy, el Madrid vuelve a enfrentarse al Bayer, el equipo ante el que ganó la final de Glasgow. Después de dos años y dos meses. Después de haber perdidio parte del empuje que lo hizo imparable en Europa, el Madrid vuelve a retomar la rutina en busca de la magia.

"¿Qué le pasa al 'míster', que siempre está cabreado?", preguntaba un 'galáctico' hace poco
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"A nivel personal, yo no me enfado nunca", dijo ayer Camacho; "pero yo tengo unas obligaciones y si veo cosas que no me gustan en el juego del equipo tengo que decirlo. Ahora parece que en el Real Madrid esto es un pecado".

El lunes Camacho reunió a los futbolistas en el escenario y les recriminó su falta de contundencia ante el gol, su poca participación en el trabajo sin balón, su desgana táctica, y, en general, "¡la falta de hambre!". El Madrid ha ganado los cuatro partidos oficiales que ha disputado, dos de la previa de la Liga de Campeones y dos del campeonato nacional, pero su estilo decadente no convence a Camacho. El lunes, el entrenador bramaba como un coronel haciéndose escuchar en un bombardeo. Camacho no tolera las poses hollywoodenses de algunos de sus muchachos y les critica las "florituras" como si no se diese cuenta de que la plantilla que tiene entre manos ha vivido de esas actitudes durante demasiados años. Los jugadores reciben sus gritos con disgusto, en el mejor de los casos con un aire de comprensión. Ronaldo no deja de sonreír como un niño, incluso ayer, cuando habló de los berrinches del entrenador: "Camacho ya nos ha transmitido su cabreo a su manera".

"Camacho está bastante enfadado", dice Ronaldo; "y nosotros sabemos que tenemos unos vicios malos que hay que cambiar. Estamos dispuestos a hacerlo. Si fallamos no es porque queramos".

Hace dos años, en aquella noche de Hampden Park, el Madrid era otro equipo. Tenía un líder natural, Hierro; tenía un medio centro incuestionable, Makelele; Raúl no inspiraba ninguna duda respecto a su eficacia; y en el banquillo había un entrenador, Vicente del Bosque, que parecía una emanación de la esencia del club. Como el escudo. Hoy el equipo no se conforma con tanta naturalidad ni tiene tantas certezas. Del Bosque fue dado por caduco cuando caducó su contrato, Hierro emigró con cierto estigma de proscrito, Makelele fue vendido al mejor postor y Raúl, el capitán, hoy inspira polémicas sobre su estado físico, su liderazgo y su instinto de cazador. Los jugadores siguen buscando un líder y un ideal que los impulse.

Desde que ganó la novena Copa de Europa en Hampden Park, el Madrid se fue apagando. Ronaldo, el jugador que se incorporó en la temporada 2002-2003, ha sido el último jugador decisivo que llegó a la plantilla. Pero sufrió una lesión muscular que lo privó de jugar la semifinal contra el Juventus en plenitud. "Para llegar a una final y ganarla necesitamos un poquito de suerte", señaló ayer el delantero brasileño; "y que nos respeten las lesiones".

En la temporada pasada, cuando cayó eliminado en Mónaco, la magia del Madrid como equipo mitológico en el continente se fue al garete en 45 minutos. O eso pareció. Esta noche el Madrid deberá hacer una suerte de reconstrucción. Lo espera el Bayer plagado de sudamericanos, con un corte poco germano, y un estadio, el Bay Arena, que goza de la incierta fama de ser el único campo alemán que ha visto ganar al Madrid.

Bayer Leverkusen: Butt; Schneider, Juan, Roque Junior, Placente; Freier, Ramelow, Krzynovek; Ponte; Franca y Berbatov.

Real Madrid: Casillas; Salgado, Samuel, Helguera, Roberto Carlos; Figo, Beckham, Guti, Zidane; Raúl y Ronaldo.

Owen controla la pelota durante un entrenamiento acosado por Mejía y Celades.
Owen controla la pelota durante un entrenamiento acosado por Mejía y Celades.EFE
Zidane, en el momento de disparar y conseguir su fabuloso gol ante el Bayer.
Zidane, en el momento de disparar y conseguir su fabuloso gol ante el Bayer.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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