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Los desfibriladores automáticos reducen el riesgo de muerte súbita

Un centro español instala por primera vez en Europa una decena de estos aparatos

La muerte súbita cardiaca es una de las principales causas de mortalidad, incluso dentro de los hospitales. Para reducir este riesgo, un hospital español ha empezado a utilizar en sus pacientes con riesgo de parada cardiaca desfibriladores completamente automáticos externos (DAE). Estos aparatos no precisan intervención humana y tardan unos 15 segundos en detectar una arritmia y emitir una descarga eléctrica. Hasta ahora, la estrategia habitual requería uno o dos minutos en unidades de monitorización entre la detección del problema por el monitor, la alarma, el reconocimiento, la evaluación y la reacción por parte de un equipo humano.

La imagen la hemos visto centenares de veces en la pequeña pantalla. Un paciente sufre una parada cardiaca y médicos y enfermeras se apresuran a practicarle una descarga eléctrica. Entre que el monitor detecta una anomalía en el electrocardiograma, se activa y reconoce la alarma, se avisa al equipo médico, éste evalúa la situación, se traslada el desfibrilador hasta la cabecera del enfermo, se conecta el aparato y se aplica la descarga eléctrica, han pasado de uno o dos minutos, un tiempo que es vital. Por cada minuto que transcurre desde el inicio de la arritmia, las posibilidades de sobrevivir se reducen entre el 7% y el 10%.

Los pacientes de riesgo pueden estar fuera de la UCI vigilados por un aparato automático

Hasta ahora, ésta ha sido la estrategia habitual en los hospitales en los últimos 30 años. Sin embargo, los DAE pueden bajar de forma sustancial el riesgo de muerte súbita cardiaca y de daños neurológicos irreversibles (como quedarse sin habla, sin movilidad o en coma) entre los pacientes aquejados de un paro cardiaco dentro del hospital.

"Al igual que los desfibriladores automáticos implantables (DAI) para pacientes con riesgo arrítmico crónico, es más rápida la intervención de la máquina que la del personal especializado", explica Antoni Martínez Rubio, jefe de la Unidad de Cardiología del Hospital de Sabadell y uno de los pocos facultativos españoles que forman parte de los comités científicos evaluadores de la Comisión Europea en Bruselas. Este hospital del área metropolitana de Barcelona es el primero en Europa que ya ha instalado una decena de DAE para sus pacientes: tres en el servicio de urgencias, otros tres en la UCI y cuatro en Cardiología. "El DAE, conectado a un paciente de riesgo, detecta el problema e inmediatamente puede aplicar el tratamiento, reduciendo el tiempo de respuesta ante arritmias ventriculares letales a unos 15 segundos, cuando en las mejores condiciones (unidades de monitorización) con la estrategia clásica el tiempo puede llegar a uno o dos minutos", asegura Martínez Rubio. Así pues, el aparato ofrece una mejoría en seguridad para de los pacientes.

"Sin duda, la muerte súbita cardiaca es una de las primeras causas de muerte, incluso dentro de los hospitales", afirma Martínez Rubio. En EE UU, la muerte súbita intrahospitalaria supera en cifras la provocada por accidentes de tráfico y enfermedades renales y hepáticas juntas. El hospital estadounidense Cleveland Clinic publicó recientemente una revisión de 445 casos de muerte súbita ocurridos en el centro. Sólo sobrevivieron el 23% de los pacientes (25% si había testigos, 7% si no los había). Ninguno de los que tuvieron la mala fortuna de tener la parada cardiorrespiratoria durante la noche y sin nadie al lado sobrevivió.

Otro argumento, a juicio de Martínez Rubio, a favor de los DAE es la posibilidad de redistribuir los recursos. "Los pacientes con exclusivamente riesgo arrítmico pueden estar en la habitación vigilados por el DAE, sin necesitar imperativamente camas en unidades de élite (UCI/Coronarias). Por lo tanto, permite una redistribución racional y segura de recursos sanitarios". Así, asegura Martínez, se "favorece la descongestión de Urgencias y se beneficiaría a otros pacientes que necesitan de monitorización hemodinámica, ventilatoria o tratamientos invasivos". El precio de un DAE es de unos 6.500 euros. Este cardiólogo cree que son rentables "si tenemos en cuenta que una cama en la UCI/Coronaria tiene obviamente un coste mucho más alto que el de una sala convencional, y el valor de una vida salvada no puede cuantificarse". En EE UU se utilizan desde hace un año en algunos hospitales como el Jackson Memorial Hospital de Miami, el Anneheim Memorial Hospital de California o el Maimonides de Nueva York.

La eficacia y seguridad del aparato fue previamente comprobada en ensayos multicéntricos, uno americano y otro europeo. Este último fue dirigido por Martínez Rubio y publicado en el Journal American College of Cardiology. Las conclusiones de ambos fueron similares y señalaban que el aparato puede salvar vidas y facilita una redistribución racional de los recursos sanitarios.

El cardiólogo Antoni Martínez Rubio manipula el nuevo desfibrilador.
El cardiólogo Antoni Martínez Rubio manipula el nuevo desfibrilador.SUSANNA SÁEZ

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