Cuba evacúa a medio millón de personas ante la inminente llegada del huracán Iván

Cuba estaba ayer en pie de guerra ante la llegada prevista esta madrugada del huracán Iván, cuyo devastador paso por el Caribe ya ha causado al menos 41 muertos. Las autoridades cubanas ya han evacuado a medio millón de personas como medida de prevención a la espera del peor huracán que haya conocido la isla en medio siglo. Iván dejó Jamaica en la noche del sábado, dejando el país devastado y al menos 14 muertos, y se dirigía hacia las islas Caimán, un micro-Estado de 35.000 habitantes, dependiente de la Corona británica.

"Estamos preparados, estamos en nuestros puestos de combate", animaba ayer la emisora cubana Radio Rebelde. El presidente, Fidel Castro, participó durante más de cuatro horas en un programa de televisión sobre las medidas de seguridad. Llamó a sus conciudadanos a "no desmovilizarse" y a ser solidarios entre vecinos.

Más de 130.000 habitantes de La Habana debían ser evacuados en la jornada de ayer. Pero los mayores esfuerzos de las autoridades se centraban en la provincia de Pinar del Río (oeste), que el ojo del huracán debía alcanzar esta mañana, según las últimas previsiones. El Gobierno autorizó por primera vez el uso de los túneles del Ejército para albergar a la población desplazada. La red ferroviaria y los puertos han sido cerrados, y todos los vuelos, tanto internos como internacionales, fueron anulados. Iberia, Air Europa y Cubana de Aviación cancelaron sus vuelos entre Barajas y La Habana. Las autoridades esperan reabrir el tráfico el martes.

Después de salir de Jamaica, Iván volvió a coger fuerza. Recobró la categoría 5, la máxima en la escala de Saffir-Simpson, con vientos de hasta 270 kilómetros por hora y olas gigantescas. Cuba no ha tenido un huracán de tanta fuerza en los últimos 50 años, aseguran los meteorólogos cubanos. Los expertos estimaban que el huracán debía impactar en la zona occidental de la isla. De confirmarse estos pronósticos, Iván no impactaría directamente sobre La Habana, que todavía no se ha recuperado del golpe del huracán Charley, que mató a cinco personas hace exactamente un mes, y donde cientos de edificios están gravemente deteriorados y podrían derrumbarse con la fuerza de los vientos.

Pese a que Iván se encontraba todavía lejos de las costas cubanas, los vientos que arrastra provocaron el sábado graves daños en el litoral sureste de la isla. En la provincia de Santiago de Cuba, a unos 970 kilómetros de La Habana, la influencia de Iván desató olas de hasta 10 metros de altura que derrumbaron muros y destruyeron parte de un hotel de la zona que había sido previamente desalojado. Unos 600 turistas que se encontraban en la zona costera fueron evacuados y conducidos a Santiago, según medios locales. En Varadero, a 140 kilómetros de la capital, cerca de 130.000 turistas permanecen en instalaciones que las autoridades consideran seguras.

Las autoridades cubanas instan a la población a acelerar los preparativos, asegurando tejados y ventanas, almacenando agua y evitando los desplazamientos innecesarios. Brigadas de médicos, trabajadores de la construcción, electricistas y técnicos de comunicaciones fueron movilizados para afrontar las urgencias.

En México, las autoridades empezaron ayer la evacuación de unas 45.000 personas en la costa de la península de Yucatán, en previsión de la posible llegada de Iván entre hoy y mañana. Entre las zonas afectadas, se encuentra el balneario turístico de Cancún. Desde que empezó su paso destructor por el Caribe el pasado miércoles, Iván ya ha causado al menos 41 muertos y azotó la isla de Granada, Venezuela, República Dominicana, Tobago y Jamaica.