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Una multitud arrasa las oficinas de la ONU en el oeste de Afganistán

Varios muertos en las protestas por la destitución del principal 'señor de la guerra'

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Los partidarios de Ismail Jan, el principal señor de la guerra de Afganistán, arrasaron ayer las oficinas de la ONU en Herat después de que el presidente Hamid Karzai anunciase el sábado su destitución como gobernador de esta provincia del oeste del país. Al menos siete personas murieron en enfrentamientos con soldados de Estados Unidos y fuerzas afganas. El cese de Jan, que controla una milicia de 12.000 hombres, es el mayor movimiento del Gobierno de Karzai para tratar de reducir el poder de los señores de la guerra antes de las elecciones del 9 de octubre.

Las oficinas de la ONU fueron asaltadas por cientos de personas, que incendiaron varios edificios. Soldados estadounidenses y afganos trataron de detener a la multitud y ayudaron al personal de Naciones Unidas a escapar. No hubo heridos entre los funcionarios de la ONU. Las protestas comenzaron el sábado por la noche y, según fuentes del principal hospital de esta ciudad, de 150.000 habitantes, cercana a la frontera con Irán, al menos siete personas murieron. El propio Jan pidió anoche moderación a sus seguidores y les invitó a ser "tolerantes".

Varios testigos relataron desde Herat que los participantes en las protestas levantaron barricadas en las calles de la ciudad y se enfrentaron a los militares. Por la noche las autoridades decretaron el toque de queda.

La ceremonia en la que tomó posesión el nuevo gobernador, Sayed Mohamed Jair estuvo salpicada por el tableteo de ametralladoras y el constante sobrevuelo de helicópteros de combate estadounidenses.

Ismail Jan, de 58 años, ha dominado el oeste de Afganistán durante los últimos 20 años, primero como comandante muyahid que luchó contra los soviéticos y luego contra los talibanes. Desde la caída de la milicia integrista, se ha resistido a cualquier intento de injerencia por parte del poder central y ha mantenido un firme control sobre la política y el comercio en esta zona. Aunque Jan aceptó su destitución, fuentes diplomáticas indicaron que "seguirá donde está, no como gobernador, sino como ciudadano privado". El presidente le nombró ministro de Minas, cargo que se ha negado a aceptar.

La medida de Karzai es un intento de reducir su poder y de lanzar un mensaje a los señores de la guerra antes de las elecciones presidenciales del 9 de octubre, que estarán vigiladas por los efectivos de la ISAF, entre ellos un millar de soldados españoles.

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