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Columna
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Desalojos

Ha sido un verano plagado de desalojos en todas las esquinas de Andalucía. Los múltiples desalojos de la Sierra de Huelva quizás sean los más trágicos, pero éstos a su vez han provocado el desalojo de sus lugares de veraneo por parte de los líderes del PP que han podido desalojar su ingenio contra la Junta y el PSOE. Una de las constantes políticas del PP este verano ha sido hablar contra el disfrute de vacaciones por los dirigentes socialistas. No hay tregua.

En Sevilla se han privatizado los desalojos, cosa en la que nadie ha caído, ni siquiera los de IU, tradicionales defensores de lo público. Si hay que desalojar, que lo haga el Ayuntamiento directamente, deberían haber dicho los concejales de IU o sus cordiales enemigos de la dirección provincial. La escena de Los Bermejales me la imagino con unas bolsas llenas de billetes, como dicen que hacía Ruiz de Lopera. Puede que no se haya producido así, pero le da un aire veraz a la escena. El asunto es que ahora otros chabolistas quieren ser desalojados a base de billetes, los vecinos del Polígono Sur quieren desalojar a los allí alojados y la oposición al gobierno. Todo un galimatías.

Antes del verano, Arenas desalojó a Teófila y Zoido a Sanz, casi en silencio. Los del PP se disponen a desalojar al monstruo que ocupa el centro, porque llevan tantos años de camino que no cabe más que pensar que el centro ya estaba ocupado. Van a ser "más centristas que nunca". La pareja Raynaud-Vivancos pugna por desalojar de los medios de comunicación a la formada por Carla Goyanes y Fran Rivera. Dura lucha en la que hará falta determinación e ingenio. El PSOE, por su parte, desalojó a Caballos y Navarrete. El primero hacia la clandestinidad, como diría Alfonso Perales. Y en el PA e IU conspicuos militantes trabajan para desalojar a Antonio Ortega y Diego Valderas, que hasta la fecha resisten como pueden.

Last but not least, IZAR quiere desalojar el capital público de Sevilla, la construcción naval de San Fernando y a los obreros mayores de 52 años de todas las factorías con el objetivo de desalojar la crisis, que dura ya 30 años. Como primera medida los alcaldes de la Plataforma han sido desalojados ya de la primera línea, muy a su pesar. Siempre les quedará la barricada. La vida es dinámica, que diría Heráclito. No podemos desalojar dos veces a los mismos. ¿O sí?

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