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VISTO / OÍDO
Columna
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Los rostros de los muertos

Veo en The New York Times los rostros de sus muertos. Mil. Nunca podré ver los de los otros, ni siquiera contarlos: diez, veinte, treinta mil. Cien mil. Sin uniforme. No caben en un periódico. Estos mil estadounidenses eran voluntarios: los otros simplemente estaban debajo de ellos, cerca, pasaban por allí o se defendían. Son liberados de una tiranía. Los que viven estaban mejor con la tiranía, aunque fueran víctimas de ella. Ahora tienen hambre, viven varias guerras civiles simultáneas, más la que tienen con el invasor. Ah, que no hubieran hecho lo que hoy recordamos, el 11 de septiembre. Aunque no fueran ellos: el jefe de nuestra galaxia decidió que habían sido los afganos, mató a unas docenas de miles y, como no bastó, mata ahora a estos otros. Hoy conmemoramos nuestros 3.000 de aquel día; y hablo en nos porque estoy unido a ellos, los trabajadores que iban a su puesto a las ocho de la mañana, después de haber recorrido horas de tren o autobús, como los nuestros del 11 de marzo, algunos con miedo a que no les renovaran los contratos. Claro que son míos los muertos de hace tres años: y a estos rostros que miro casi uno a uno les he visto mucho. Empecé con los del Séptimo de Caballería, y su trompeta liberadora; a los marines no dejo de verles.

Son más familiares que los otros. Hasta su religión es más parecida, aunque también nos enseñaban que los protestantes eran peores que los judíos, que ya era decir mucho. Qué asco de enseñanza: ya están entrando nuestros niños en clase para que les adiestren a mezclar los muertos de los atentados con los que causamos nosotros, y con estos mil americanos. ¡Que eran voluntarios, eso sí! Pero ¿quién hace la voluntad, qué necesidades humanas, qué sargentos de leva, qué literatura hace que los jóvenes se alisten para matar, torturar y encarcelar? ¿Quiénes hacen la miseria para siempre, qué puede hacer llegar a la barbarie de atentar contra nosotros, por qué nos comemos lo suyo? (Zapatero propone hoy la retirada de Irak de las tropas de la "coalición": le insultan, claro. Insultan mucho los que no van a la guerra pero siempre la ganan. Ah, Zapatero debía traerse los que manda a Afganistán y los que van a poner la paz romana de Bush en Haití).

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