Contra el síndrome Ronaldinho

Frank Rijkaard no traicionó su estilo y sin alzar la voz le dejó claro a Ronaldinho quién manda: "Tú quieres jugar, pero soy yo el que decide", le dijo al brasileño en su despacho, después de que sobre el césped quedara en evidencia que su tobillo derecho, que le ya le privó de jugar la primera jornada en Santander, le sigue doliendo. "Quien no esta al cien por cien, no juega", le dijo el holandés al brasileño y por añadidura al resto de los jugadores, que como la afición del Barça descubrió ayer, víspera del regreso liguero al Camp Nou, que Rijkaard tiene antídoto para el síndrome de la Ronaldinho dependencia, que tanto afectó la pasada temporada a su equipo.

El Barça de Rijkaard dejó ayer de ser Ronaldinho y diez jugadores más. "Hay que acostumbrarse a no ver en el campo a quien no regrese a tope de su selección", avisó por los pasillos del Camp Nou uno de los ayudantes del técnico tras el entrenamiento. El jugador volverá a probar el estado de su tobillo esta misma mañana, en un acto desesperado por no perderse el partido ante Sevilla. Pero el técnico fue rotundo ante los periodistas. "O es titular, o a la grada. Si Ronaldinho no está bien para jugar, no está tampoco para el banquillo", dijo Rijkaard antes de mostrar su enfado con el seleccionador brasileño, Carlos Alberto Parreira, por haber forzado al futbolista. "Debería tener más cuidado. La gente inteligente puede entender estas cosas. No era una final y Brasil tiene gente de sobra para el medio del campo", aseguró "decepcionado" porque, según su teoría, su colega obligó a Ronaldinho a jugar 62 minutos ante Alemania en lugar de los 45 pactados.

Pero la versión del seleccionador brasileño es distinta. En declaraciones a Radio Barcelona explicó: "De haber sabido que tenía molestias, no hubiera jugado, pero no me dijo nada", aseguró Parreira, sorprendido porque, según él, Ronaldinho "no puso ningún problema para jugar en la segunda parte cuando le pregunté cómo estaba".

Según los médicos del Barça, el tobillo del jugador está mejor que hace diez días, cuando se fue a Brasil para jugar contra Bolivia. Jordi Ardévol, jefe de los servicios médicos del club, reconoció que los doctores brasileños no asumieron un riesgo excesivo al autorizar a jugar a Ronaldinho: "Pero ellos piensan en un partido y nosotros en sesenta". Lluís Till, responsable médico del primer equipo, indicó que la política que seguirá este año el Barça es que solo jugará quien esté "al cien por cien" y puso en duda que el brasileño alcance hoy ese nivel. Por eso Rijkaard medita prescindir de Ronaldinho esta noche ante el Sevilla, en la apertura de la Liga en el Camp Nou. De paso, aprovecha la coyuntura para trazar la línea en el vestuario y premiar así al equipo que ganó en Santander (0-2). Rijkaard piensa con perspectiva y, aunque sabe de la dificultad que presenta el Sevilla, que llega sin Makulula y con Jesuli tocado, el martes hay Champions y queda mucha temporada. Tiempo habrá para que Ronaldinho sea imprescindible pero dependencia, de momento, ya no genera.