Sáez Merino deja sin trabajo a los centros que quiere cerrar mientras negocia la regulación
Los sindicatos denuncian que la empresa ya ha trasladado esta producción a Marruecos
El periodo de consulta del expediente de regulación de empleo presentado por Sáez Merino -fabricante de Lois, Cimarrón, Caster y Caroche- se retomó ayer tras el paréntesis vacacional con una nueva variable sobre la mesa: las plantas que la textil pretende cerrar han dejado prácticamente de tener carga de trabajo y esa parte de la producción se está realizando ya en Marruecos. UGT-PV y CC OO-PV denunciaron la situación y también anunciaron protestas. La dirección volvió a argumentar la necesidad de realizar el ajuste y lamentó el intento sindical de demorar el proceso.
La primera reunión mantenida tras el parón estival entre la dirección de Sáez Merino y los dos sindicatos con representación en la firma terminó sin avances. Tras la misma y en rueda de prensa, el secretario de Acción Sindical de Fia-UGT-PV, Ramón Morales, criticó que la empresa retomara el periodo de negociación "con el mismo planteamiento": cerrar cuatro de sus ocho centros - Ayora, Torrent, Carcaixent y Casas Ibañez- y ajustar el empleo en un quinto (Benaguasil), lo que supone un recorte de 548 de los más de 1.600 empleos que tiene el grupo textil valenciano. También criticó que la empresa no entregara ayer el plan de inversiones sobre el futuro que esperaban.
El centro de las críticas sindicales, sin embargo, refirió a la falta de trabajo en la que se encuentran los cuatro centros cuyo cierre está anunciado. Los sindicatos explicaron que en ellos la producción ha bajado en un 90%, que crecerá conforme se complete el trabajo en proceso. Esta producción se está realizando ya en tres empresas en Marruecos (Safartex, STE Jabega y Arcot, como consta en la documentación entregada).
En la reunión, según el acta, la empresa argumenta este paso en la necesidad de "asegurar la producción" ante una campaña "crítica" como la que se avecina con las "incertidumbres" existentes entre "clientes y proveedores" y "al margen de la inseguridad que en el área productiva representa el expediente y su finalización".
Vicente Rodríguez, secretario de Acción Sindical de Fiteqa-CC OO-PV, criticó la política de "hechos consumados" a la que ha recurrido Sáez Merino. El sindicalista habló de "falta de consideración" hacia los trabajadores y hacia la negociación del expediente de regulación de empleo. Los sindicatos defendieron que mientras no haya un acuerdo sobre el expediente la empresa "tiene obligación" de dar trabajo y aseguraron que si "no rectifica" tomarán iniciativas contra esta situación.
Los sindicatos dicen que el único motivo por el que la firma quiere producir fuera es económico y explicaron que la hora de trabajo remunerada en Marruecos cuesta menos de un euro y el salario anual es de 2.056 euros. Ayer anunciaron un primer calendario de movilizaciones que empezarán el 14 de septiembre y concluirán con un día de huelga el 22 del mismo mes y con una manifestación en Valencia.
Los sindicatos también criticaron la actitud del Consell y del PP valenciano, que de momento ha hecho "oídos sordos" a la petición de reunión de los representantes de los trabajadores.
Sáez Merino argumentó durante la reunión la necesidad de reestructurar el negocio para asegurar su futuro y garantizar más de 1.100 empleos. El grupo estima que acumulará pérdidas de 51,7 millones en tres años de mantener su actual estructura. Entre sus previsiones, además, se incluye un descenso del ventas del 13% en el mercado español y del 22% en exportaciones en 2005.
La dirección, además, lamentó que los sindicatos estén "tratando de demorar las negociaciones" y recordó que debe asegurar su nivel de producción. La próxima reunión tendrá lugar el viernes.
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