El maratón fotográfico de Caja Madrid recoge más de 4.000 imágenes de la ciudad

Monumentos madrileños reflejados en el agua de los charcos, bomberos luchando contra el fuego, un paseante que parece salir de las entrañas de la fuente de la plaza de Colón, un grupo de jóvenes saltando en una improvisada pista de nieve en medio del paseo de la Castellana... Los epígrafes Agua, Tierra, Fuego y Aire que ha impuesto el segundo Maratón Fotográfico organizado por la Obra Social de Caja Madrid han suscitado más de 4.000 imágenes de profesionales y aficionados. Las 168 mejores obras ya están expuestas en Internet para que el público las juzgue.

Los internautas pueden curiosear las imágenes del concurso en el Centro Virtual de Exposiciones (www.obrasocialcajamadrid.es) y podrán votar dos de las instantáneas, que aspiran a un premio de 240 euros.

La segunda edición del Maratón Fotográfico Digital de Caja Madrid ha durado siete meses. Para cada elemento se ha concedido algo más de un mes de plazo de presentación de trabajos.

Y, ahora que esta prueba acaba de finalizar, el jurado respira aliviado. "Si la primera edición estuvo reñida, esta vez el debate para elegir las obras ha sido más intenso, por la calidad de todas ellas", comenta un portavoz de la organización.

Los seleccionadores destacaron sólo 42 obras de cada tema, de un total de 4.035 presentadas. En cada epígrafe (Agua, Aire, Tierra y Fuego) las diez mejores instantáneas han recibido un premio de 300 euros cada una, y las restantes, 60 euros.

Pero la compensación económica no es lo que más ha emocionado a los autores elegidos. Nieves Cano, de 32 años y aficionada a la fotografía desde hace un decenio, está entusiasmada. "Los 60 euros dan para poco, pero lo que más me ilusiona es saber que mi foto estará expuesta", razona. Esta joven ya participó en la primera edición del maratón fotográfico, aunque ninguna de las tres imágenes que envió entonces fue elegida.

Con la cámara a cuestas

Esta vez los epígrafes del concurso le provocaron la sonrisa. "Yo, que siempre voy con la cámara a cuestas, sabía que tenía imágenes relacionadas con el agua o la nieve, por ejemplo", rememora Nieves Cano. No le faltaba razón: el jurado eligió, de los tres ejemplares que envió, la fotografía En el aire, una imagen de un grupo de audaces saltadores de nieve en una pista artificial que se instaló en el paseo de la Castellana.

Otro aficionado a la fotografía para quien la cámara es como un apéndice más de su cuerpo es Guillermo Soler-Espiauba, un médico de 32 años que ha conseguido 60 euros por su obra Charcos, con la que ha demostrado que, a veces, para admirar los tejados de Madrid basta con dirigir la mirada al suelo en un día lluvioso.

"No tengo mucha suerte en cuestiones de concursos. Por eso me ha sorprendido mucho que la foto haya sido elegida; me gusta verla expuesta y ya estoy lanzado para la próxima convocatoria del maratón", afirma el médico-fotógrafo.

El jurado de la Obra Social de Caja Madrid ha valorado criterios de calidad y estética para la selección de todo el material. Por eso muchos galardonados son personas poco relacionadas con el mundo de la fotografía que han competido con profesionales como Rafael Albarrán, acostumbrado ya a ver sus imágenes publicadas en los medios de comunicación.

Este fotógrafo de 35 años se enteró por una amiga de la convocatoria. "Estuve rebuscando entre todo lo que yo tenía archivado y me acordé de unas jornadas sobre catástrofes en Madrid. Presenté tres fotos de aquello dentro del epígrafe Fuego, y ha sido seleccionada la que llamé Contra los elementos", dice.

Para Rafael Albarrán, iniciativas como las del maratón organizado por Caja Madrid "dan vidilla al mundo de la fotografía". "Hoy casi todo el mundo dispone de una cámara digital y tiene material aceptable; está bien que se le haga caso a la fotografía, incluso a través de Internet", sentencia el fotógrafo.

Incendio en Atocha

Otra de las imágenes premiadas es Metro FIRE, de Cristiano Rigui, que inmortalizó varios instantes del incendio ocurrido el pasado 15 de julio en la subestación eléctrica de la zona de Atocha. "En la foto aparece la columna de humo que se podía ver desde una de las salidas del metro de Antón Martín y el efecto que intentaba conseguir era reflejar la sensación que habría tenido un viajero que saliera desde las entrañas de la ciudad a su superficie", explica su autor.

Este material se puede visitar en la sala virtual de exposiciones ubicada en la página de Internet y el público puede votar las dos imágenes que crea mejores. Los autores de aquellas fotografías que consigan más adeptos recibirán un premio de 240 euros.

Además de la exposición virtual, las imágenes podrán verse en un centro cultural. Antes de finales de año colgarán de las paredes de La Casa Encendida (Ronda de Valencia, 2).