Errores que cuestan caro al inversor

La cultura financiera de los españoles cada vez es mayor, pero no lo suficiente como para evitar las múltiples reclamaciones que cada año se realizan sobre determinados productos. El desconocimiento sobre lo que se firma o lo que se compra es la principal causa de las quejas, a lo que contribuye de manera importante muchas veces la falta de información adecuada por parte de intermediarios y entidades financieras.

Entre las reclamaciones más frecuentes, según señala la oficina del Protector del Inversor de la Bolsa de Madrid, está la causada por el olvido de ejercer el derecho de suscripción preferente en las ampliaciones de capital. También provoca quejas la adjudicación de acciones en las salidas a Bolsa por importe superior o inferior al socilitado -lo mejor es pedir por títulos o precios- o los contratos financieros atípicos, por los que las entidades han colocado a inversores, la mayoría de edad avanzada, depósitos a plazo fijo que luego se cambian por acciones. Las comisiones bancarias son también motivo de múltiples quejas.