La mortalidad en las carreteras baja un 28% pese al repunte del verano
El consejero de Interior atribuye el descenso a la "línea de mano dura" de la Ertzaintza
Los fallecidos en accidentes de tráfico en el País Vasco han disminuido un 28% en los ochos primeros meses del año, pese al repunte registrado este verano, con tres muertos más respecto a 2003. Entre enero y agosto han perecido en las carreteras 75 personas, frente a las 105 del mismo periodo del pasado año, según los datos divulgados ayer por el Departamento de Interior. Javier Balza atribuyó el descenso de la mortalidad a la "línea de mano dura" llevada por la consejería y abogó por un cambio social en la conducción que considere "un peligro" el exceso de velocidad.
Interior difundió el miércoles los datos de accidentes de los dos principales meses del verano, julio y agosto, que no resultaban tan positivos. En ese periodo, 30 personas fallecieron en 654 siniestros con víctimas, lo que supone el 40% de los muertos en los ocho primeros meses del año. En los mismos meses de 2003, hubo 26 fallecimientos en las carreteras del País Vasco.
Ayer, la consejería que dirige Javier Balza ofreció las estadísticas de enero a agosto, que presentan un mejor balance. Los fallecimientos han sido un total de 75 a consecuencia de 2.653 siniestros, frente a las 105 víctimas mortales en 2.807 accidentes ocurridos en los ocho primeros meses del pasado año. Interior explicó que el descenso del número de muertos es general en los tres territorios, aunque destaca especialmente en Vizcaya y Guipúzcoa, con una bajada de un 31% y un 33%, respectivamente.
En las carreteras vizcaínas ha habido 33 fallecidos, frente a los 48 del pasado año en dicho periodo; en Guipúzcoa, se elevaron a 24, en contraposición a los 36 de 2003, y en Alava las víctimas mortales totalizaron 18, tres menos que las habidas entre enero y agosto del año anterior. Todos los meses, salvo julio con 16 fallecidos, registran disminución en el número de víctimas. Enero fue el mejor, con cinco muertos.
Estos datos se sitúan en la tendencia del conjunto de España, que durante julio y agosto ha registrado un descenso de un 15% de la mortalidad y ha situado la cifra total del verano en 708 fallecidos, la mejor de los últimos 25 años.
La consejería de Interior aseguró ayer que desde hace más de una década se está reduciendo el volumen de accidentes y fallecimientos en las carreteras vascas, lo que atribuyó al trabajo de las instituciones públicas y privadas relacionadas con el tráfico y a la propia concienciación de los conductores y los usuarios. "Estos datos ofrecen un panorama esperanzador dentro de la lucha contra el grave problema que supone la siniestralidad en carretera", señaló en un comunicado. El Departamento de Interior agregó que este verano y, especialmente en agosto, se han reforzado los controles de alcoholemia y velocidad para prevenir los accidentes de circulación.
"Mano dura"
El consejero Javier Balza se refirió ayer a estas actuaciones como causa principal de la reducción de la mortalidad. "Lo que más incidencia ha tenido en este descenso es un poco la línea de mano dura, y creo que hay que seguir con estas líneas", aseguró en una entrevista a Radio Euskadi. Balza defendió compatibilizar la educación vial y la sensibilización y abogó por el cambio social para que, igual que "hoy día ya está mal visto socialmente" la conducción bajo los efectos del alcohol, se suscite un rechazo similar contra el exceso de velocidad. Agregó que se debe llegar "a la conciencia" de que esta conducta en un vehículo "es un peligro para la sociedad".
Balza reconoció la dificultad de modificar la cultura general de la sociedad y admitió que se han potenciado las carreteras como medio de transporte en detrimento de otras alternativas como el ferrocarril. A su juicio, el factor determinante en este asunto es la "autorresponsabilidad" de cada conductor y, por parte de la Administración, el fomento de la educación como método de prevención y la aplicación de sanciones "cuando no se actúa bien".
Durante 2002, la Ertzaintza impuso un total de 54.529 sanciones de tráfico en el País Vasco, lo que supuso 2.470 multas menos que en el año anterior. Según los datos que Balza aportó al Parlamento, descendió también la cantidad de dinero recaudado, que fue de a 8,45 millones de euros en 2002, frente a los 8,83 millones de 2001. El mayor número de multas se impusieron por efectuar paradas y estacionamientos inadecuados (9.480), seguidas de las de velocidad (8.983). La menor cantidad, por ingestión de alcohol y estupefacientes.
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