_
_
_
_
Reportaje:VUELTA 2004

La Vuelta, contra el pensamiento único

La ronda española supondrá la oportunidad de confirmación estelar de Valverde

Carlos Arribas

Quiere el pensamiento dominante -con aspiraciones a único, reductor, para clarificar las cosas- que la jerarquía e importancia de los eventos deportivos quede establecida tomando como referencia el patrón oro del fútbol. A partir de ahí se concede hueco cuatrienal para algunas extravagancias -como el certamen patriótico de los Juegos Olímpicos- y anual, pero sin molestar mucho, para algunas competiciones que rellenen los aburridos meses de estío. En esos tramos de programación subsisten deportes como el atletismo -que debió hacer bienal su Mundial para ganar cota de mercado- y poco más, algo de ciclismo, como mucho y reducido a un mes en el que no moleste, en julio, y a una prueba cuyas acrisoladas tradición y mitología propia, como el Tour, le han servido de salvavidas. Para los demás, la ley de la selva, la lucha por la supervivencia. También para la Vuelta, que, por si no se habían enterado, comienza hoy en León con una contrarreloj por equipos y termina dentro de tres domingos, el 26 de septiembre, junto a La Cibeles en Madrid.

El murciano es uno de los pocos corredores del mundo que tiene algo propio que decir
Más información
Patrocinadores institucionales para salvar un año especial
El US Postal gana la contrarreloj por equipos y coloca a Floyd Landis como líder

Difícil tarea la de encontrar un hueco -o nicho, como, imitando a los enterradores, dicen las gentes del márketing- en la sensibilidad de las gentes. Hercúlea. Dañada la credibilidad del ciclismo, y la del deporte en general, por los escándalos de dopaje; dañado el valor comercial de la Vuelta por la marcha de grandes patrocinadores y las dificultades con el contrato televisivo; dañado el valor deportivo de la carrera por la consabida concentración y especialización de los grandes cracks en las superclásicas, en el Tour -los hombres que marcan época- y en el Giro -los italianos-, y dañado el propio historial de la Vuelta por la victoria los últimos años de algunos corredores que posteriormente no han estado a la altura de las expectativas, el margen de maniobra de los organizadores para llevar la contraria a los que la entierran extrayendo argumentos de su pereza intelectual es escaso. Pero hay motivos para seguir creyendo.

Uno de ellos es, curiosamente, la participación. La presencia de Alejandro Valverde con ansias y pensamientos de victoria en la general es altamente estimulante. El ciclista murciano, pese a su fracaso olímpico, es uno de los pocos corredores del mundo que tiene algo propio que decir. Llegó el año pasado a la Vuelta precedido por su fama de hombre fuerte y rápido en las llegadas, como esperanza para pruebas de un día; salió tercero en el podio después de haber mostrado un gran potencial de mejora y lucimiento en las contrarreloj y la montaña. Valverde, al formar parte del caótico Kelme, ha estado condenado en 2004 a un calendario peculiar y descabalado, muy de andar por casa. La Vuelta, una espectacular Vuelta, una gran Vuelta, puede suponer su lanzamiento definitivo a los 24 años. La Vuelta es una fiesta eminentemente española, una feria de muestras del poderío español, y, por lo tanto, el coro que rodeará a Valverde en su conquista habrá que completarlo con gente como Heras -el ganador de dos Vueltas, entre ellas la de 2003, llega tocado tras su Tour invisible en su debut con Manolo Saiz-, Mancebo -con el escafoides roto llega el mejor español en el Tour: usará un manillar especial con cambio de plato de ciclo cross en el tapón derecho-, Sevilla -corto de preparación tras su artroscopia en una rodilla nada más terminar el Tour-, Beloki -al frente del extraordinario Saunier Duval de Perdiguero llega el hombre que no podía respirar en el equipo francés de La Boulangère- o Zubeldia -tocado también tras su mal Tour-. Los extranjeros, que los últimos años han preferido mantener una presencia testimonial -y eso se espera del excitante Cunego, el jovencito que ganó el último Giro y que llega para preparar el Mundial-, anuncian, sin embargo, cambios de actitud en 2004. O eso dice el stajanovista Vinokurov, el kazajo que se pasa el año montando en bicicleta, que terminó tercero el Tour 2003 y que no pudo correr el último Tour porque se rompió un brazo en Suiza. Y eso remacha el más inesperado de los participantes, el campeón olímpico Tyler Hamilton, quien tras retirarse del Tour se fue a conocer las montañas españolas para inspirarse, recuperar el hambre de competición, la necesidad de victorias.

El otro atractivo del que tirará la Vuelta será el recorrido. Su habitual gusto por las etapas cortas, cargadas de puertos y nerviosas, por los puertos desconocidos o inéditos -se subirá a Calar Alto, un observatorio astronómico de Almería-, contará este año con el añadido -efecto Alpe d'Huez obliga- de una espectacular cronoescalada en Sierra Nevada.

Habrá un total de ocho llegadas en alto -si contabilizamos como tales la espectacular y corta subida a Morella, en Castellón, un puerto de tercera-, mucha montaña -cuatro puertos especiales, 13 de primera y 11 de segunda- concentrada sobre todo en la zona levantina -Valencia y Alicante-, con puertos duros tan pronto como en la novena etapa -final en Aitana, la base militar que se conoció por primera y única vez hace tres años, cuando Casero le ganó allí la Vuelta a Sevilla-, en la décima -Xorret del Catí, donde el Chava se reveló para la Vuelta-, y decimosegunda -Calar Alto. Después de la cronoescalada a Sierra Nevada (15ª etapa), quedan aún La Covatilla, en Béjar, Abantos, en El Escorial, y Navacerrada, en Segovia.

Oscar Sevilla, en pirmer plano, y Tyler Hamilton, dos de los favoritos, español y extranjero, se entrenaron ayer por las carreteras cercanas a León.
Oscar Sevilla, en pirmer plano, y Tyler Hamilton, dos de los favoritos, español y extranjero, se entrenaron ayer por las carreteras cercanas a León.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_