El PSOE explica el cese de Caballos en la falta de confianza

Apenas hubo explicación oficial. La ejecutiva regional del PSOE acordó ayer destituir a José Caballos como portavoz parlamentario, y sustituirle por Manuel Gracia, con el argumento de la necesidad de "reforzar los lazos de confianza y coordinación con la dirección" y el inicio de una nueva etapa. El secretario de Organización, Luis Pizarro, se limitó a apuntar que el cese se "explica por sí sólo": "Han ocurrido cosas". Las "cosas" a las que se refirió Pizarro se resumen en el enfrentamiento de Caballos con el secretario general, Manuel Chaves, durante el proceso congresual de julio pasado.

Los socialistas andaluces quieren pasar página a toda velocidad. En un receso de la primera reunión de la ejecutiva tras el periodo vacacional, un huidizo Luis Pizarro sorteó la batería de preguntas de los periodista sobre las razones de la caída de José Caballos con latiguillos tipo "no voy a entrar en polémica" o "no me obliguen a profundizar sobre algo que es suficientemente conocido". El secretario de Organización negó la existencia de cualquier crisis y definió el cambio del portavoz, a sólo cinco meses de haber sido confirmado en el cargo, como "un problema de debate interno solucionado con un funcionamiento democrático".

Minutos antes le había tocado al mismo Pizarro proponer a la ejecutiva la destitución y relevo de quien ha sido un estrecho colaborador suyo en la última década, y lo hizo en términos similares a los que empleó después delante de los medios de comunicación. "Manuel Gracia presenta el perfil adecuado para la nueva etapa que se inicia, con una gran experiencia y trayectoria parlamentaria, así como una demostrada capacidad de trabajo". A lo más que llegó el socialista fue a afirmar que el nuevo nombramiento persigue "reforzar los lazos de confianza y coordinación con la dirección" del partido, y calificar esta decisión de "normal, sencilla y correcta".

A la vez que resaltó las cualidades de Gracia, tuvo también palabras de elogio para el trabajo del "compañero" José Caballos durante diez años ininterrumpidos, y dijo de él que su labor ha sido "extraordinaria". Pero, apostilló: "Estamos en una nueva etapa, han ocurrido cosas, y todo está ya muy debatido y valorado". Sobre la queja que expresó el ex portavoz por conocer a través de la prensa su cese antes que de boca de dirigentes de su partido, Pizarro dijo: "Yo no puedo controlar lo que publican los medios, ustedes buscan noticias, esas son la reglas del juego, no me responsabilizo de lo que publican".

Con los mismos pies de plomo respondió a la acusación de Caballos de hace unos días respecto a que su salida era un "ajuste de cuentas". "No quiero polemizar, las causas están ahí, discrepo", reiteró. La dirección socialista ha dejado en manos del nuevo portavoz el diseño del grupo y también las tareas que realizará el ahora sólo diputado y senador Caballos.

El acuerdo que tomó la ejecutiva socialista andaluza fue unánime y no hubo debate. Según han asegurado fuentes de este órgano, la decisión estaba tomada desde el congreso regional de julio pasado y se retrasó en espera de que el propio Caballos tomase la iniciativa de dimitir. Estas mismas fuentes sostienen que en lugar de buscar un punto de retorno para recomponer las relaciones, el ex portavoz intentó convocar dos reuniones durante el mes de agosto y reorganizar la oposición al nuevo secretario del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera. Caballos negó estas maniobras y dijo que había "hablado con compañeros, pero eso no es conspirar".