La 'liebre' electrónica
El Guerruj estrena hoy en Bruselas, en la Liga de Oro, un sistema luminoso en la pista para indicar a los atletas el ritmo de los récords
Las reuniones atléticas mueven mucho dinero y son una de las fuentes en las que beben los profesionales del tartán para redondear sus cuentas. Las plusmarcas, mundiales o continentales, suponen cheques espléndidos. Pero, obvio, no todos pueden aspirar a ellas. Así que algunos, incapaces de picar tan alto, deben conformarse con un papel secundario, pero también lucrativo: marcar el ritmo a los campeones, desfondándose si es preciso en el intento y retirándose en un momento acordado de la carrera. Son las liebres clásicas.
La técnica, sin embargo, amenaza con hacer de estos mercenarios una especie en vías de extinción. Una nueva liebre, la electrónica, se va a estrenar hoy en el Memorial Ivo van Damme, la anual cita veraniega en Bruselas, la quinta y penúltima de la Liga de Oro.
¿En qué consiste el invento, acogido, como todos, con las debidas reservas? Ochenta postes pequeños, instalados a modo de balizas a lo largo de la cuerda de la pista y dotados con una lámpara de flash y una luz blanca irán mostrando al semifondista o el fondista candidato a recordman si su velocidad es o no la necesaria para conseguir su objetivo. Para ello un transmisor móvil habrá cargado previamente un programa informático con los tiempos de paso de las marcas a batir o los que el atleta haya prefijado como ideales para él con ese propósito.
El sistema, que ha sido concebido por la firma belga Toastit con el patrocinio de Luminus, segundo distribuidor de energía en el país, también podría ser útil, como es lógico, en las fases de preparación para las grandes competiciones.
¿Le servirán estas señales a Hicham el Guerruj para establecer otro récord en los 3.000 metros que unir a su colección de los 1.500, la milla (1.609) y los 2.000? El bicampeón olímpico en los 1.500 y los 5.000 ya afrontó esa distancia en Bruselas en 1999. Su registro de entonces fue de 7m 23,09s, el segundo mejor de siempre, a menos de tres segundos de la plusmarca vigente, 7m 20,67s, en poder del keniano Daniel Komen desde 1996.
"Daré lo máximo para firmar un gran crono", se ha limitado a comentar el marroquí, que, eso sí, confiesa sentirse "cansado" tras su doble éxito en Atenas y anuncia que esta tarde cerrará su curso competitivo para tomarse al menos 40 días de relax. "No pude dormir en las tres noches siguientes a mi triunfo en el 5.000. Me siento en una nube. Todavía, la verdad, no he podido asimilar del todo lo que me sucedió en Grecia", advierte.
En cualquier caso, El Guerruj no es la única estrella que procurará lucirse en el estadio Rey Balduino. Nada más y nada menos que 46 medallistas olímpicos, 16 de oro, están convocados. Entre ellos, el estadounidense Shawn Crawford, primero en los 200 metros en los Juegos y cuarto en los 100. Ahora pretende precisamente atacar el récord del hectómetro, en los pies de su compatriota Tim Montgomery (9,78s). "Mis piernas se hallan en un estado excelente. En consecuencia, ¿por qué no?", proclama. En Atenas quedó, con 9,89s, detrás de los norteamericanos Justin Gatlin, primero (9,85s), y Maurice Greene, tercero (9,87s), y del portugués de origen nigeriano Francis Obikwelu, segundo (9,86s). Ausentes los tres, su gran adversario ha de ser el jamaicano Asafa Powell.
A su vez, la rusa Yelena Isinbayeva también ha expresado su deseo de rebasar el listón con su pértiga más allá de sus actuales 4,91 metros.
Marcas aparte, cuatro contendientes buscan repartirse el millón de dólares (unos 822.000 euros) destinado a quienes venzan en sus pruebas en cada una de las seis reuniones de la Liga. Se trata del dominicano Félix Sánchez, en los 400 metros vallas; del sueco Christian Olsson, en el triple salto; de la bahameña Tonique Williams, en los 400 metros, y de la surafricana Hestri Cloete, en el salto de altura.
Teledeporte, 20.00 horas.
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