30 Km. de cementerio en Almonte
En Almonte estamos padeciendo un genocidio brutal. Nuestros jóvenes no mueren en una guerra, no son víctimas de atentados terroristas, pero la cifra de jóvenes muertos en accidente de la carretera al Rocío y Matalascañas es impresionante. Quizá, para los que lean las cifras de muertos en las carreteras, sea eso, cifras; pero para los que vivimos en Almonte, son Manuel, Rocío, Miguel, Pedro, Antoñi, Curro... Para Almonte son madres y padres que no pueden ahogar su dolor, familias que se quedan sin uno de los suyos para siempre o con un accidentado y un montón de años para rehabilitarse. Todos en Almonte tenemos alguien en quien pensamos: acaba de emprender un negocio..., pensaba casarse..., estaba estudiando..., trabajaba en la playa..., trabajaba en El Rocío...
Almonte tiene 30 kilómetros de cementerio, donde mueren cada fin de semana y cualquier otro día por culpa del tráfico y, sobre todo, por culpa de la carretera a la playa, por culpa de un adelantamiento, por no ser autovía. ¡Basta ya! Carnés por puntos, sí, pero también carreteras decentes. Desdoble de la carretera de Almonte a Matalascañas, ¡ya!