Enzo Baldoni, asesinado en Najaf, mantuvo su 'weblog' hasta el final
Los corresponsales de guerra italianos ofrecen nuevas perspectivas del conflicto iraquí a través de sus cuadernos de bitácora en Internet
Pocas horas antes de que se acabara el plazo concedido por los secuestradores, Bloghdad, el blog (diario en Internet) del periodista italiano Enzo Baldoni dejó de aceptar mensajes de los internautas.
Los amigos de Baldoni, que se habían encargado de seguir publicando informaciones desde el momento de su secuestro, temieron que el carácter de algunos mensajes enviados al foro pudiera comprometer la delicada situación del periodista.
Ya hace tiempo que en Italia, varios informadores recurren a Internet y al eficaz formato del blog para completar las crónicas que envían a sus medios u ofrecer visiones y perspectivas más independientes y humanas.
La sentencia que ha reconocido la legitimidad de la concentración de medios de información controlados por Silvio Berlusconi, ha situado a muchos periodistas en una situación difícil. Eso sin contar las cada vez mayores presiones y censuras que sufren los corresponsales de guerra, en especial en Irak como ya denunció incluso Lilli Gruber, la enviada estrella de RAI 1, la primera cadena de la televisión italiana, de la que dimitió para ganar poco después un escaño en el Parlamento Europeo.
Otro enviado de la RAI, Pino Scaccia compagina su actividad de enviado en Irak con la constante actualización de sus blogs: La Torre di Babele ("la verdadera torre en el pueblo iraquí de Samarra, es una esplendida metáfora arquitectónica de la comunicación", escribe Scaccia en Baghdad Café e In questo mondo di squali (En este mundo de tiburones). Ya lo hizo desde Somalia con La mia Somalia y desde Afganistán con Diario da Kabul.
Laura Bogliolo, enviada del diario romano Il Messaggero, en su blog Giornalari si nasce (Vendedores de periódicos se nace), denuncia el abandono de Baldoni por parte de la Croce Rossa (Cruz Roja) y de las instituciones italianas.
"Nunca hay que hacerse secuestrar lejos de las elecciones" escribe, Lia Celi, redactora del finado semanario satírico Cuore, en su blog Bendix, aludiendo a la pasada liberación de los tres guardaespaldas italianos (por los que parece haberse pagado un ingente rescate) en víspera de la consulta electoral. En el caso del asesinado Baldoni, no había elecciones a la vista.
De Locombia a Kuba Kuba
Baldoni, 56 años, freelance con una amplia experiencia en territorios conflictivos, había trabajado para numerosos medios. Actualmente era colaborador habitual de Diario, un semanario independiente, muy crítico con el gobierno y la política estadounidense. Ya relató su estancia en Colombia entre las FARC, el ejército guerrillero más numeroso y organizado del mundo, en los blogs Locombia y Ribelli (Rebeldes). En Kuba Kuba ofreció una imagen de Cuba, destrozada por años de embargo, muy distinta a la que pinta la propaganda occidental filo-estadounidense.
Enemigo declarado de las "crónicas de hotel", Baldoni fue secuestrado cuando se dirigía a Najaf con la periodista británica Helen Williams, enviada de Electronic Iraq, una publicación online que ofrece una información alternativa del conflicto, vinculada al grupo Electronic Intifada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.