Ruido en la plaza
Hace poco leí en declaraciones a prensa de la concejal de seguridad de Benicàssim, Nieves Gracia, que consideraba que la problemática del ruido no era para tanto y que eso se solucionaba dialogando los afectados con los dueños de los locales. Por si se tratara no de ignorancia sino de un desliz, en este nuevo cargo que ocupa, voy a permitirme recordarle cuál es la situación de la terriblemente conocida plaza de los Dolores.
No sé si se habrá dado cuenta de que parte de los locales no disponen de licencia ni para servir agua del grifo, menos aún para poner música o para sencillamente estar abiertos. Dígame usted, que no vive aquí y que conoce la plaza por una visita nocturna que podría considerarse turística: ¿Por qué debo reunirme con alguien que no respeta mi descanso ni el de mis vecinos, cuando ese alguien carece legalmente de derecho para abrir? ¿Qué le tengo que decir a quien sencillamente vulnera la ley, ejercita una competencia desleal con los propietarios de otros establecimientos que sí deben abonar unas tasas y adecuar sus locales, que cierra a las cuatro de la madrugada, que, resumiendo, se ríe de mí y de todos los vecinos? Si un local con licencia para pub necesita doble puerta para que la música no salga a la calle, ¿de qué sirve esa puerta si esta abierta como en todos los locales de la plaza?
Afirmaba su compañero Manuel Llorca que se cerrarían los locales que carecieran de licencia. ¿Los cerrarán en septiembre? Dígame señora, ¿qué hago? ¿Me voy de mi casa o espero a que ustedes, que ya estuvieron ocho años y no solucionaron nada, hagan algo de una vez?
Sólo les pido, que si no son capaces de solucionar los problemas para los que ocupan ese cargo que ocupan, dejen el puesto a alguien más capacitado, pues este problema ya dura más de veinte años y aún estamos esperando una solución.
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