Los gruistas advierten de que el paro puede repetirse en un mes
Tráfico da por retirados todos los vehículos 'varados' fuera de Cataluña y el País Vasco
Pese al acuerdo alcanzado por los gruistas y las aseguradoras que puso fin al paro de las grúas en media España, los empresarios de remolques se muestran escépticos sobre el futuro de las negociaciones. Una de las asociaciones firmantes del acuerdo, la Confederación Española de Empresas de Asistencia en Carretera (Cepas), advirtió ayer de que el paro podría repetirse dentro de un mes si no se cumplen los compromisos sobre los pluses por noches y festivos.
"Si Unespa [la patronal de las aseguradoras] entiende el acuerdo como una maniobra dilatoria, dentro de un mes tendremos el mismo problema", advirtió ayer Filemón Galarza, secretario de Cepas, que agrupa a 450 empresarios y 2.000 grúas frente a las 670 compañías y 4.000 grúas integradas en la mayoritaria Asociación Nacional de Empresas de Auxilio en Carretera (Aneac).
El pacto que puso fin en la madrugada del sábado al cierre patronal -iniciado el 27 de julio en Euskadi y extendido a 11 comunidades autónomas y ocho provincias durante la semana pasada- incluye la aceptación por las partes de un plus de nocturnidad (entre las ocho de la tarde y las ocho de la mañana) y otro por trabajo en festivo (que comprende también los sábados), además de la constitución de una mesa sectorial que analice el futuro del sector y la reducción del ámbito de actuación urbano.
Las reuniones comenzarán mañana en la sede de Unespa, donde se constituirá la mesa de negociación sectorial. Y al día siguiente está previsto que las dos partes se vuelvan a reunir, esta vez para proponer al organismo o experto independiente encargado de hacer un estudio económico sobre los costes del servicio, que según los gruistas no bajan de los 50 euros pese a que hasta ahora percibían una media de 25.
Volver a negociar
Pero como las leyes que consagran la libre competencia vetan que se establezcan precios únicos, será cada compañía la que negocie con cada empresario cuánto se abonará por esos conceptos y a partir de cuándo se comenzarán a cobrar.
De ahí que los gruistas vascos hayan dado un margen de 15 días para solventar esas negociaciones concretas. Y ya han avisado también de que si no se producen avances están dispuestos a convocar un nuevo cierre patronal.
Según Galarza, muchos gruistas disconformes con el acuerdo alcanzado aceptaron desconvocar el paro como gesto de "buena fe" y para dar un "margen de confianza" a las aseguradoras.
En el ánimo de los empresarios de remolques debieron de influir además las presiones del Gobierno y de los automovilistas para evitar la presencia masiva de vehículos accidentados o averiados en las carreteras durante la Operación Retorno de agosto.
El Ejecutivo preparó un dispositivo especial, que contemplaba incluso la utilización de 180 grúas militares, por si las negociaciones entre Unespa y los gruistas no daban frutos, pero finalmente el regreso de las vacaciones se desarrolló prácticamente sin más problemas que los habituales de atascos y accidentes.
Fuentes de la Dirección General de Tráfico informaron anoche de que ya habían sido retirados todos los vehículos que quedaban en los arcenes o ocupaban parte de la carretera en las vías bajo su jurisdicción (Cataluña y Euskadi tienen las competencias transferidas). Desde el fin del paro en la madrugada del sábado, han sido retirados 833 vehículos.
Más volumen de trabajo
Los Mossos d'Esquadra cifraron en 282 los coches que quedaron en las cunetas durante el paro y estimó que entre 30 y 40 estaban ayer aún varados. El presidente de la Asociación Catalana de Empresas de Asistencia en Carretera (ASCA), Francesc Rovira, explicó que las grúas catalanas tuvieron que incrementar entre un 40% y un 50% su volumen de trabajo habitual para retirar los vehículos inmovilizados en las carreteras de esa comunidad autónoma.
Según Rovira, la mayor acumulación de coches se ha producido en las áreas metropolitanas de las cuatro capitales de provincia catalanas, y en las comarcas barcelonesas del Vallés.
La Ertzaintza no informó de cuántos permanecían en las carreteras vascas, en las que la policía autonómica contabilizó menos de 500 vehículos abandonados durante el mes que duró el paro en esa comunidad.
Pero esa cifra es inconsistente con los cálculos de los gruistas de Euskadi, que aseguraron que en poco más de 24 horas de vuelta al trabajo habían retirado unos 1.200 vehículos.
Así lo aseguró el presidente de la Asociación Vasca de Auxilio en Carretera (Abeac), Joaquín Herrero. En los arcenes de las principales vías, sin embargo, permanecían todavía la mayoría de los automóviles accidentados o averiados en las últimas semanas. Los gruistas calculan que el próximo jueves las carreteras recuperarán la normalidad.
El sector cuenta en Euskadi con 350 grúas. Según Abeac, que representa al 85% de los gruistas de la comunidad y fue la organización que puso en marcha el paro, en las carreteras vascas ha habido más de 4.000 coches sin retirar por falta del servicio de remolque.
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