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Análisis:Qué es... | 'software' libre
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Libertad y competencia

Sistemas como GNU/Linux, Apache u OpenOffice.org son cada vez más comunes en el entorno empresarial. Con independencia de sus virtudes técnicas, su éxito supone un cambio cualitativo en las reglas por las que se rige la industria del software. Estos programas están mostrando la potencia de un nuevo modelo de producción y distribución: el software libre.

El software libre se define en función de las libertades o posibilidades que el productor de un programa otorga a quien lo recibe. Si un usuario recibe un programa libre, su productor le garantiza que puede usarlo sin restricciones, puede copiarlo y redistribuirlo si lo desea, y puede modificarlo, ampliarlo y adaptarlo (o contratar a alguien para que lo haga).

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A menudo el coste de adquisición de un programa libre es muy bajo o incluso gratis. Sin embargo, éste no es siempre el caso, ni es su característica más importante. Una empresa que utilice software libre puede, por ejemplo, decidir que le conviene contratar con un tercero la instalación y mantenimiento con ciertas garantías, por ejemplo, de estabilidad frente a problemas de seguridad. Por lo tanto, el software libre no está reñido con el uso comercial o con las posibilidades de negocio: al contrario, es un modelo que abre nuevas oportunidades para las empresas emprendedoras y mejora la competencia en el mercado del software.

Aunque las motivaciones para elegir el modelo de software libre son muy variadas, pueden describirse como un espectro que tendría en un extremo los motivos fundamentalmente éticos, y en el otro, las razones prácticas en el sentido económico del término. Los motivos éticos tienen que ver con la libertad del flujo de información y conocimiento en una sociedad cada vez más basada, precisamente, en el conocimiento, y no se diferencian mucho de la ética científica. Los motivos prácticos nacen de los nuevos modelos de desarrollo que posibilita el software libre, de las ventajas de competitividad y competencia que aporta el modelo, y de la concepción del software más como servicio que como producto, en una dinámica normalmente muy interesante para los clientes. Ambas motivaciones convergen en la creación de los mismos programas libres, con las aportaciones de grandes empresas junto a desarrolladores voluntarios, uniendo dos de los más poderosos mecanismos para la creación: la competencia (enorme en el software libre) y la colaboración.

Este modelo de distribución es radicalmente diferente del usado tradicionalmente por la industria informática, basado en que los que adquieren un programa no tienen derecho a redistribuirlo, modificarlo, ni, en muchos casos, incluso usarlo en ciertas condiciones. De estas prohibiciones se extrae uno de los principales modelos de negocio clásicos (la venta de licencias a quienes quieren usar el programa), que permite obtener ingresos de forma directamente proporcional al número de usuarios. Estas prohibiciones tienen como consecuencia una característica habitual del mercado actual del software: los monopolios de empresa. Como los usuarios perciben habitualmente una ventaja al usar el programa más común de un cierto tipo, y ese programa es producido por una única empresa, la posición dominante de un producto conlleva una situación monopolística de facto de la empresa que lo produce.

Visionarios como Richard Stallman consideraron, a principios de los años ochenta, que era posible otro esquema no basado en limitar las posibilidades de los usuarios. Veinte años después, la penetración en el mercado de varios productos libres y su importancia en muchos entornos informáticos ha dejado clara su viabilidad. A estas alturas, sólo queda esperar a que el tiempo indique si además se convertirá en el modelo dominante o no. Sin pretender predecir el futuro, conviene tener en cuenta que, en caso de que su importancia creciera, el software libre puede suponer para la industria del software (y para toda la de las tecnologías de la información) la mayor revolución desde que ésta existe.

Jesús M. González Barahona es profesor en la Universidad Rey Juan Carlos.

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