Los separatistas amenazan las elecciones de Chechenia
La doble catástrofe aérea del martes y el ataque lanzado el sábado pasado en Grozni por la guerrilla chechena, a escasos días de las elecciones presidenciales en esa república caucásica, demuestran que el Kremlin está lejos de solucionar el problema del separatismo islámico en Chechenia. Los independentistas mantienen todavía una gran capacidad de acción y ponen periódicamente en jaque al régimen prorruso de Chechenia y a las fuerzas de Moscú.
En este clima de inseguridad es prácticamente imposible que mañana puedan celebrarse unos comicios de resultados medianamente creíbles en la pequeña república rebelde. Las elecciones del domingo son extraordinarias y han sido convocadas a raíz de la muerte del anterior presidente, Ajmad Kadírov. Este antiguo clérigo muftí, que en la primera guerra chechena de 1994-1996 estuvo del lado de los independentistas, fue asesinado por sus ex correligionarios en un atentado con bomba el 9 de mayo pasado.
Teóricamente, siete candidatos compiten por encabezar esa república que forma parte de la Federación Rusa, pero hay sólo uno entre ellos que cuenta con el apoyo de Moscú. Se trata del general Alú Aljánov, ministro del Interior de Chechenia y presidente del Consejo para el Control del Establecimiento Socioeconómico de la república, a favor del cual el Kremlin ha hecho campaña abiertamente.
Presidente asesinado
Aljánov, de 47 años, fue recibido en Moscú por el presidente Vladímir Putin cuando anunció que se presentaba a las elecciones del domingo y en Chechenia usa la foto en que ambos aparecen estrechándose las manos como principal cartel propagandístico. Más aún, hace cinco días Putin accedió a la petición de Aljánov de destinar el dinero obtenido por la venta del petróleo checheno para reconstruir la república destruida por dos devastadoras guerras.
Las autoridades locales y los militares federales emplazados en Chechenia han reforzado al máximo las medidas de seguridad en vísperas de los comicios presidenciales. Para facilitar esta tarea, ayer fue declarado día feriado para así poder tomar bajo control a partir del viernes todas las instalaciones vitales en Chechenia, señaló el viceprimer ministro local, Ziyad Sabsabi. Junto a los edificios importantes y colegios electorales habrá carros de combate y unos 15.000 miembros de los servicios de seguridad.
Los guerrilleros demostraron el sábado que pueden organizar grandes ataques incluso en la capital. Aunque oficialmente las autoridades prorrusas reconocen haber perdido en Grozni 16 hombres, el centro médico checheno, que contabiliza los cadáveres, da la cifra de 80, mientras que el diario Izvestia la eleva a 120.
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