La palista incombustible
La alemana Birgit Fischer ganó su primer oro a los 18 años y ayer, con 42, sumó el octavo
Birgit Fischer, a sus 42 años, es el auténtico eslabón de oro perdido de la desaparecida República Democrática Alemana y la primera mujer que gana títulos olímpicos en un espacio tan largo de tiempo. La más joven, a los 18 años, y la más veterana. La mujer récord del piragüismo. Veinticuatro años después de su primera medalla de oro conseguida en los Juegos de Moscú, en 1980, logró ayer su octavo título en seis Juegos liderando el K-4 sobre 500 metros, en el que España fue quinta.
Hubiera ganado más, pero faltó a Los Ángeles 84 por el boicoteo a aquella edición de su país y de todos los del Este, excepto Rumania y China. La alemana que se ha ido varias veces de la alta competición, pero ha vuelto a la gloria porque el piragüismo es su vida puede aumentar hoy su palmarés aún más si gana el K-2 con Carolina Leonhart, una de sus compañeras de ayer. En un deporte donde los tiempos suelen repetirse, llega con el segundo mejor tiempo (en el K-4 era ya el primero) a menos de un segundo del barco húngaro, al que ya ganó ayer en una remontada sólo posible con su calidad, pues cedía medio largo apenas a 100 metros de la meta y se impuso por dos mínimas décimas.
Un nuevo triunfo la permitiría encaramarse a lo más alto de la clasificación de medallas olímpicas legendarias. Alcanzaría a la gimnasta rusa Larissa Latynina, que cosechó nueve oros y cinco platas, al nadador Mark Spitz, 9 y 1, y a los atletas Paavo Nurmi, 9, y 3, y Carl Lewis, 9 y 1. Se trata de una lista con valores discutibles, bien porque la gimnasia reparte más medallas o porque es difícil decir qué tiene más mérito, si acumular medallas en pocas ediciones (Spitz, por ejemplo, logró la mayoría en una sola, Munich 72, y Michael Phelps ha abierto el camino), o en tantos años. Birgit, de momento, se colocó ya ayer como la segunda mujer más laureada de la historia olímpica tras Latynina. Igualó a la nadadora estadounidense Jenny Thompson, que ha sumado ocho oros y una plata, pero Birgit tiene tres segundos puestos, 11 medallas en total, lo mismo que el gimnasta más legendario, Sawao Kato, y mejor también que otros dos mitos estadounidenses, el nadador Matt Biondi, que ganó ocho oros y dos platas, y el atleta saltador del pasado, Ray Ewry, que consiguió ocho oros.
Birgit, nacida en Brandenburgo el 25 de febrero de 1962, fue uno de los típicos productos de la fábrica RDA, que encontró en el piragüismo, como en el remo, el atletismo, o la natación (sobre todo femenina) las mayores canteras de medallas. Deportes individuales, de fuerza la mayoría, y en los que sus métodos, incluido el dopaje, arrasaron. Sólo algunas excepciones sobrevivieron en la élite a la caída del muro. La atleta Heike Drechsler fue una de ellas. Birgit, otra. La calidad por encima del dopaje. Estos días no hacía más que recibir mensajes de apoyo a su teléfono móvil y ayer, pese a su experiencia, no pudo evitar las lágrimas en el podio. "Dios sabe que ha sido muy duro", dijo.
Pero esta mujer de 1,73 metros de estatura y 68 kilos de peso, es una fuerza de la naturaleza física y mental. Sólo así se pueden explicar sus hazañas en todos los barcos del piragüismo. En el K-4, como ayer, ya ganó en Seúl 88, Atlanta 96 y Sidney 2000, y fue segunda en Barcelona 92. En K-1 venció en Moscú y Barcelona, y acabó segunda en Seúl. En K-2, se impuso en Seúl y Sidney, y fue plata en Atlanta. Asombroso, pero más aún porque ha sumado en su carrera 27 títulos mundiales, desde el primero que ganó en Duisburgo en 1979, y tres subcampeonatos.
Divorciada, con dos hijos, y licenciada en Ciencias del Deporte por la Universidad de Leipzig (el que fue centro neurálgico del deporte de la RDA), trabaja ahora para la federación alemana en un programa de jóvenes talentos en Mannheim. Con otros métodos, claro, pero que siguen manteniendo a Alemania como la gran potencia del piragüismo. No todo en la RDA era mentira. Birgit volvió en Sidney después de anunciar su retirada y ganó las dos medallas. Se sintió tan bien que siguió. Ya tiene otra más y puede repetir hoy.
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