El máximo líder chií regresa a Irak y llama a sus fieles a tomar la ciudad santa de Nayaf

El gran ayatolá Alí al Sistani, máxima autoridad religiosa de los chiíes de Irak, regresó ayer al país tras someterse a tratamiento médico en Londres durante tres semanas. Nada más poner pie en Irak, Al Sistani convocó a "todos los creyentes" a marchar junto a él sobre la ciudad santa de Nayaf para propiciar el fin del enfrentamiento entre partidarios del clérigo radical Múqtada al Sáder y las tropas estadounidenses que cercan la mezquita del imán Alí. El líder chií, de 73 años, no quiso hacer declaraciones públicas ante la multitud que le recibió en Basora, donde pasó la noche. Sus colaboradores más cercanos aseguraron que el líder religioso presentará hoy en Nayaf un plan para resolver la crisis.