La SEPI estudia privatizar los astilleros de Sevilla y Cádiz

El presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Enrique Martínez Robles, reafirmó ayer la apuesta del organismo que preside, propietario del grupo naval Izar, por garantizar la actividad en los cuatro astilleros públicos andaluces. Pero Martínez Robles adelantó que, en el caso de las factorías de Sevilla y Cádiz, centradas en barcos de uso civil, esa apuesta puede pasar por la privatización de los dos astilleros.

El máximo responsable de le SEPI confirmó "el interés público de mantener un astillero de reparaciones como el de Cádiz en un lugar tan estratégico para el comercio marítimo", pero a continuación indicó que está en estudio "un modelo de financiación privada". Martínez Robles aseguró que "de momento, no hay oferta" por los astilleros de Cádiz, que emplean a 384 personas, además de los 800 puestos de trabajo de la industria auxiliar que depende de esta factoría.

En cuanto a Sevilla, el presidente de la SEPI mantuvo que sí existe una oferta de compra de la planta. Martínez Robles aseguró que la propuesta, "que ya conocen los sindicatos", está "pendiente de debate" y anunció que "siempre que sea favorable para la actividad y para el trabajo, la SEPI la aceptaría". Fuentes del comité de empresa de Sevilla indicaron que la oferta se limita a un "ofrecimiento verbal" de la firma privada Astilleros de Huelva y mostraron su rechazo absoluto a esta posibilidad.

Los astilleros de Sevilla (361 empleados, 1.200 en la industria auxiliar) y los de Cádiz son las dos factorías andaluzas que, de no ser privatizadas, podrían quedarse en Izar como parte del negocio de la construcción naval civil. La SEPI debe hacer frente a una situación crítica por los malos resultados de Izar y la obligación de devolver 1.100 millones de euros en ayudas públicas que la Comisión Europea considera ilegales.

En principio, las otras dos factorías andaluzas, Puerto Real y San Fernando, se quedarían en la empresa constituida por la SEPI para concentrar el negocio militar, que la sociedad pública cree con más futuro.

Martínez Robles hizo referencia a la "necesidad de la Armada de algún astillero con una capacidad mayor de la que tienen los actuales astilleros militares", necesidad que podría cubrir Puerto Real. El presidente de la SEPI no confirmó esta opción. De igual manera, la mesa de negociación con los sindicatos, que se reabrirá el 7 de septiembre, analizará una posible unificación de la factoría de San Fernando con la de Puerto Real.