El PP reclama ahora el soterramiento de Sants que rechazó Álvarez-Cascos

Rectificar es de sabios. De modo que el presidente del grupo del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, hizo públicas ayer las alegaciones presentadas al trazado del AVE en Barcelona, que son una enmienda a la totalidad respecto al proyecto que en su día impulsó el que era ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos. La primera es el rechazo total a que se construyan las pantallas acústicas. Fernández Díaz reclamó el "soterramiento total", de modo que "desaparezca la herida que hoy se da en el territorio".

La entrada del AVE en Barcelona es la oportunidad para conseguir reordenar toda la zona afectada por las obras, aseguró el dirigente del partido conservador. Y enunció cuatro criterios que, en su opinión, tienen que ser tenidos en cuenta en el proyecto. El primero, dijo, el "rechazo al cajón previsto".

El cajón lo forman las pantallas acústicas que tienen que evitar el impacto sonoro del paso de los trenes en la vecindad de la zona que va desde Riera Blanca, en el límite de L'Hospitalet de Llobregat, hasta pasada la estación de Mercat Nou, ya junto a la plaza de Salvador Anglada, en pleno corazón de Sants.

Este "cajón" fue diseñado por el Ministerio de Fomento cuyo titular era Álvarez-Cascos. Sus técnicos rechazaron de plano el soterramiento porque era demasiado costoso.

El segundo criterio, afirmó Fernández Díaz, tiene que ser abordar la "reordenación del entorno" con un tercer criterio: "agilizar la movilidad". El cuarto punto reclamado por Alberto Fernández fue la construcción de equipamientos en lugar del centro comercial previsto.

"Hay que reordenar los usos comerciales, y no se debería construir una gran superficie que perjudicaría gravemente a los intereses de los comerciantes del barrio de Sants", dijo Fernández Díaz.

Hay que conectar la estación de autobuses con la del tren, propuso, dentro de un proyecto global.

Fernández Díaz sugirió que en lugar de un centro comercial, el espacio que pueda ganarse debería destinarse a equipamientos. Entre otros, afirmó que deberían construir una guardería, un centro para personas de la tercera edad, un hotel de entidades y espacios para los jóvenes.

Asimismo, defendió la conveniencia de ampliar el plazo de alegaciones para que los vecinos puedan hacer nuevas sugerencias.