De la traición
Peleo, que acaba de traducir Iñaki Irasizabal, quien hasta ahora había publicado en lengua vasca y ha recibido un premio de novela, habla de la vida cotidiana de los terroristas.
El autor comienza con un asesinato que comete el protagonista, miembro de un comando en Madrid. Pronto lo encontramos escondido en Bilbao, y en ese momento, la organización declara la tregua. Durante un tiempo, el personaje debe convivir con una compañera de comando, enamorada de otro miembro del talde. Esta relación personal hará girar el tono centrado en el aspecto psicológico hacia una novela policíaca.
Lo más destacado en la narración parece residir en el tono frío y distante, frases breves y cortantes, en el deambular sin sentido del personaje, en la mirada objetiva y desde fuera, en la atención a los detalles nimios, en la búsqueda de la asepsia, en la relación temporal solamente anunciada. Nada parece desarrollarse, sino que todo permanece en un nivel de la enunciación sugeridora.
El autor parece ser consciente de que desarrolla un pequeño marco narrativo, con muy pocos personajes,pero que domina bien, hasta, probablemente, el momento en que debe representar la sorpresa final, que se muestra narrativamente poco motivada, aunque resulte eficaz.
En el fondo, Iñaki Irasizabal ha contado la historia de un asesinato por amor dentro de una estructura en que la muerte resulta cercana y fácil. El marco en el que se sitúa el personaje, dentro de una banda, puede añadir aliciente a una historia ya conocida y que hubiera necesitado una corrección más atenta.
Iñaki Irasizabal: Peleo. Hiria. San Sebastián, 2004, 129 páginas. 11 euros.
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