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VIOLENCIA EN IRAK

Irak reanuda la exportación de petróleo desde Basora

El principal oleoducto del sur de Irak, en las cercanías de Basora, ha reabierto tras el despliegue de fuerzas de EE UU y de la Guardia Nacional iraquí para proteger las infraestructuras petroleras de la zona, declaró ayer un responsable de la Compañía de Petróleo del Sur (SOC).

Ésta había anunciado la suspensión de las actividades del oleoducto el pasado 14 de agosto, después de que los milicianos del Ejército del Mahdi amenazaran con actos de sabotaje. Los ataques contra la infraestructura petrolera iraquí han supuesto importantes pérdidas económicas para el país, aseguró ayer el ministro iraquí de Petróleo, Thamer al Ghadhban.

El oleoducto de Basora alimenta la terminal en el golfo Pérsico, donde cargan el crudo los petroleros, y su reapertura permite reanudar la extracción del petróleo, producto vital para el desarrollo del país, ya que acapara el 90% de las exportaciones iraquíes y representa el 95% de los ingresos del Estado.

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La SOC informó de que las exportaciones por el sur se mantenían ayer a un nivel de 83.000 barriles por hora, es decir, 1.992.000 barriles diarios, capacidades normales del oleoducto.

Cuando cerró el oleoducto del sur, hace dos semanas, el bombeo del oleoducto que enlaza los campos de Kirkuk, 270 kilómetros al norte de Bagdad, con el puerto de Ceyhan, en la costa mediterránea de Turquía, se reanudó a un ritmo de entre 600.000 y 800.000 barriles al día. Este nivel de exportación está muy por debajo de los tres millones de barriles que el régimen de Husein mantenía, aunque sometido a las restricciones de Naciones Unidas, vendía en el exterior. Cerrar el oleoducto de Basora se enfrentaba a la urgencia de la reconstrucción del país, que depende casi exclusivamente del sector petrolero.

Pérdidas económicas

La buena noticia que supone la reapertura del oleoducto de Basora no borra el miedo de eventuales ataques. El ministro Al Ghadhban,

denunció ayer en el periódico bagdadí Al Mezan que los oleoductos son cada vez más blanco de insurgentes, que desmontan tramos de tubería con el fin de vender el botín en los países vecinos.

También señaló que los ataques contra las infraestructuras petroleras han supuesto para Irak pérdidas por valor de 2.500 millones de euros. En la refinería de Balji, la mayor de Irak y situada unos 350 kilómetros al norte de Bagdad, los ataques de insurgentes ocasionaron pérdidas económicas por valor de 820 millones de euros, añadió el ministro.

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