La policía localizó en Leganés huellas de 25 personas ligadas a la masacre

El piso de Leganés donde, el pasado 3 de abril, se suicidaron siete de los autores del 11-M fue un lugar muy concurrido. A pesar de que había sido alquilado durante sólo un mes, por la vivienda del número 40 de la calle de Carmen Martín Gaite pasaron más de una veintena de personas. Además de las huellas de los siete suicidas (la identidad del uno de ellos sigue siendo un misterio), las de un encarcelado y las de cuatro presuntos terroristas en busca y captura, la policía obtuvo huellas de otras nueve personas de las que aún se desconoce su grado de implicación, así como las de los dos detenidos el viernes en Valencia, Abdelkrim Beghadali y el sirio Safwan Sabagh. En total, en dicho piso se han encontrado huellas o rastros genéticos de 25 personas diferentes, según la policía.

Los investigadores del 11-M cribaron los escombros del piso de los suicidas (el edificio ya ha sido demolido y va a ser reconstruido) para recuperar todos los objetos en los que pudiera haber quedado rastros de los moradores de la casa. Los libros, la ropa de cama y otros objetos fueron analizados a fondo por la Comisaría General de Policía Científica, que ha obtenido tanto huellas dactilares como perfiles genéticos de los moradores y visitantes de la vivienda.

Centro operativo

Los libros y textos manuscritos localizados se han convertido en una mina de rastros. Los investigadores deducen que la vivienda se había convertido en el centro operativo del comando, desde donde pretendía continuar su campaña de atentados, una vez que abandonaron el proyecto de trasladarse con armas y bagajes a una casa que habían alquilado en la localidad granadina de Albolote. En el piso de Leganés, además, se sospecha que se grabaron al menos dos de los vídeos en las que los terroristas reivindicaron sus acciones y lanzaron mensajes amenazantes.

Entre las huellas halladas en la casa se encuentran las de los dos detenidos el viernes. Este hecho y el que el teléfono de uno de ellos se localizara en el Skoda localizado en Alcalá de Henares semanas después de los atentados llevó a su detención por segunda vez. Los investigadores vinculan a ambos con el séptimo suicida, quien posiblemente es Allekena Laamari, un argelino de cuya familia se ha solicitado (mediante una comisión rogatoria) un perfil genético para descartar o confirmar la hipotética identidad.

Beghadali y Sabagh fueron trasladados ayer a la Comisaría General de Información, en Madrid, para ser interrogados. Inicialmente está previsto que mañana o pasado presten declaración ante el juez de la Audiencia Nacional que instruye la causa principal del 11-M, Juan del Olmo.

No obstante, el sumario sobre el suicidio de Leganés lo instruye la juez Teresa Palacios, que considera que esta muerte colectiva y la matanza de Madrid sólo están conectadas por el hecho de que los fallecidos son los mismos que pusieron las bombas en Madrid.