Los constructores trasladan su 'guerra' al mar

"La Copa del América ha creado vocación marítima", dijo esta semana el consejero de Infraestructuras, José Ramón García Antón. En el caso de Castellón, la "vocación" no sólo se ha despertado entre posibles usuarios o ya aficionados a la vela, sino entre los grandes grupos de empresas de la construcción. Éstas han trasladado su particular guerra al mar, en el que vislumbran grandes posibilidades, sobre todo, desde la elección de Valencia como sede de la Copa del América. Los terrenos de la costa están prácticamente repartidos y el posible bache del sector inmobiliario, con los campos de golf en periodo de hibernación, ha vuelto todas las miradas al mar.

Los tres mayores grupos de Castellón aspiran a la ampliación del muelle de Burriana

La primera gran batalla que libran los grandes constructores de la provincia de Castellón se bate en Burriana, donde la Generalitat presentó un proyecto de ampliación del puerto ya existente. Sin embargo, el litoral castellonense está pendiente del desarrollo náutico en siete municipios, en los que la mayoría ya disponen de puertos deportivos. Se trata de Peñíscola, Alcossebre, Oropesa, Benicàssim, Castellón, Burriana y Moncofa, con, aproximadamente, 2.000 nuevos amarres esperando constructor y explotador.

La Generalitat presentó un proyecto de ampliación en el puerto de Burriana para 311 amarres, con un presupuesto de más de 7 millones de euros. El plazo de presentación de ofertas concluyó la pasada semana y al concurso han acudido todos los promotores. Han sido cinco las propuestas presentadas, entre las que se encuentran Lubasa, Gimeno y GyC, los tres mayores grupos constructores de la provincia de Castellón. El proyecto no está carente de polémica, más allá de la que seguro provocará la decisión de la adjudicación, sin contar con las alegaciones y los posibles contenciosos. Desde que la Generalitat presentó el proyecto, tanto la Cofradía de Pescadores como el varadero y el Club Náutico mostraron su desacuerdo con el mismo.

Más aún, cuando nadie acudió a solicitar su opinión, tal como reconoció el patrón mayor de la cofradía, Francisco Gascó. "Ni a nosotros, que nos afecta directamente, ni al varadero ni al [Club] Náutico. Nadie ha pedido nuestra opinión y todos pensamos que no se ha hecho bien porque nos puede perjudicar", aseguró Gascó. Con la misma firmeza, el patrón mayor admitió su apoyo para una de las empresas que han presentado oferta, la del grupo GyC "porque son del pueblo y creemos que van a hacer algo bueno para todos".

Pero Burriana es sólo la primera, o la más adelantada, de las batallas. En Castellón, las discrepancias planteadas en la reunión del consejo de administración de la Autoridad Portuaria del pasado mes de junio se oyeron más allá de alta mar. La dirección pretendía aprobar el pliego del concurso para la "prestación del servicio comercial de gestión de amarres deportivos en la dársena interior del puerto de Castellón, en régimen de concesión administrativa" con sólo un mes de plazo para que se presentaran ofertas, tal como señalaron diversas fuentes. Finalmente, el pliego quedó encima de la mesa, pese a la contrariedad de algunos de los miembros del consejo, y pendiente de modificación. Finalmente, el pasado 28 de julio, el Boletín Oficial del Estado, publicó la convocatoria del concurso, con tres meses de plazo para la presentación de ofertas. En este caso, el presupuesto es menor, puesto que únicamente sale a concurso la zona para la construcción de, aproximadamente, 150 amarres, sin exigir infraestructura ni servicios anexos. Tampoco para este concurso se ha pedido la opinión, por ejemplo, del Club Náutico, según aseguraron fuentes de la propia entidad que, actualmente, gestiona los 200 amarres con los que cuenta el puerto deportivo. La pugna está ya servida, mientras las constructoras se afanan por lograr el apoyo de los que, actualmente, son los principales usuarios.

En la costa de Peñíscola, ha sido una sociedad constituida por empresarios e inversores de la localidad, ligados a actividades marítimas y hosteleras, los que han promovido la creación de un puerto deportivo apto para 900 amarres. Los promotores están negociando con Lubasa la ejecución de un proyecto cuyas bases ya están depositadas en el Ayuntamiento, mientras que los plazos previstos para la solicitud formal de autorización se ha fijado para septiembre.

En Alcossebre, la actual concesionaria se ha adelantado y ha solicitado al Consistorio de Alcalà de Xivert la ampliación del puerto deportivo de Les Fonts. Así, ha presentado un estudio previo que señala la ampliación en 299 la cantidad de amarres, con lo que se duplicará su capacidad actual.

Los municipios en los que los proyectos están más verdes son los de Oropesa, Benicàssim y Moncofa. En Oropesa, ya existe un preproyecto para la futura ampliación del puerto deportivo, aunque todavía no se ha definido. En Benicàssim, el Ayuntamiento ha manifestado su intención de acogerse a las posibilidades que otorga la celebración de la Copa del América y construir otro puerto en la playa del Voramar, lo que provocado ya voces en contra, al tratarse de una de las playas con más solera del municipio. También el Ayuntamiento de Moncofa ha mostrado su predisposición a estudiar la creación de un pequeño puerto y, aunque algunas empresas ya han manifestado su interés por la obra, todavía no se han definido las características de la nueva infraestructura.